Al ser yo una octogenaria, solo me voy a referir a lo ateniente a los derechos de salud que tenemos los jubilados y pensionistas de montepío. Los cambios, dizque para mejorar, introducidos hace unos pocos meses, solo han resultado empeorar la situación de quienes requerimos atención por enfermedades crónicas, que requieren control trimestral, por lo menos. Ya no es posible que el médico tratante otorgue la respectiva cita, sino que hay que solicitarla al 140, con respuesta siempre negativa de que no hay citas, peor el derecho de continuar el tratamiento con el mismo especialista, en el mismo hospital o dispensario.

Lo que debe hacer el IESS

De las medicinas mejor ni hablar. Ya es costumbre que no haya prácticamente nada de lo que se necesita. Productos tradicionales como digeril, lactulosa, omeprazol y muchos otros más no se consiguen desde hace seis meses. Hay hospitales del IESS que cuentan con sus instalaciones deterioradas y sin existir un prolijo mantenimiento de sus ascensores, baterías sanitarias y sus respectivas puertas, las que muchas carecen de las cerraduras que su privacidad exige.

Almas rotas: reflexión del Ecuador actual

En el Hospital IESS de Los Ceibos, al que suelo acudir, desde su inauguración hace nueve años, el departamento que programa las citas ha desmejorado la atención al afiliado notablemente. Además, casi no tiene personal y los usuarios debemos esperar hasta dos o más horas para ser atendidos, ya que de cuatro cubículos para atención prioritaria de discapacitados y tercera edad, a veces atiende en uno y a veces en ninguno de los esos cubículos asignados. Da la impresión de que no hay criterio ni voluntad de cumplir con los afiliados por parte del Consejo Superior del IESS ni del Gobierno actual. Se siente un quemeimportismo total. (O)

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Irene Hurtado Yunes, Guayaquil