La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido en el escenario educativo del año 2023, convirtiéndose en la estrella de la función. Este fenómeno ha transformado la educación de manera más radical que un estudiante con un marcador y un exceso de café en la víspera de los exámenes finales. ¿Cómo? Permítanme guiarlos a través de este fascinante viaje educativo de la A a la I.
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En primer lugar, la IA ha tomado la personalización del aprendizaje a niveles que ni el tutor más dedicado podría alcanzar. Es como tener un profesor personal en el bolsillo, solo que sin la posibilidad de olvidar las tareas. Aplicaciones ingeniosas utilizan la magia de la IA para crear planes de estudio personalizados, evaluar el progreso y hasta dar retroalimentación con el mismo entusiasmo que un entrenador de fútbol en la final del campeonato. Así, cada estudiante puede aprender a su manera, aunque no podemos garantizar que se eviten los ronquidos en clase.
Este fenómeno ha transformado la educación de manera más radical...
En segundo lugar, la IA ha derribado las barreras de la educación, permitiendo que incluso el estudiante más remoto pueda acceder a conocimientos de calidad. Además, dispositivos astutos utilizan IA para traducir, transcribir y subtitular, haciendo que la comunicación sea más fluida que la excusa de “el perro se comió mi tarea”.
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En tercer lugar, la IA ha llevado la educación a dimensiones que antes solo existían en la ciencia ficción. La educación se ha vuelto tan dinámica que los libros de texto están considerando la posibilidad de ponerse patines.
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Finalmente, la IA ha optimizado la calidad de la educación, haciendo que los procesos sean más suaves que la transición de una estación a otra. Los sistemas inteligentes se encargan de tareas administrativas, como la matrícula y la calificación, liberando a los profesores para que puedan centrarse en lo que realmente importa. (O)
Roberto Camana-Fiallos, docente investigador, Ambato