Pude leer en EL UNIVERSO –25 de febrero de 2022– “Trabajos para el dragado del río Guayas se iniciarán desde mediados de agosto”, una información sobre el islote Palmar próximo a ser dragado, como dice la prefecta González “va porque va”; para extraer 6 millones de metros cúbicos de sedimentos.

Al respecto, quiero alertar a la ciudadanía en varios aspectos, ya que el mundo enfrenta fenómenos que traen el cambio climático, y al islote ya se puede cruzar a pie desde La Puntilla. De haber algún período de inusuales lluvias muy fuertes como hace más de 50 años, que arrastrarían árboles y otros elementos sólidos hacia este incipiente dique, se acumularían las aguas inundando extensas áreas pobladas de Guayaquil y La Puntilla. De romperse ese dique natural inundará aéreas estratégicas, como del aeropuerto, terminal terrestre, Base Naval Norte, ciudadelas a ambos lados del río Daule... Ahora que ya se adjudicó el contrato al consorcio, es imper ativo que se llegue hasta el fin a diferencia de los fracasos anteriores. El dragado debe hacerse, un nuevo fiasco nos pondría frente a una tragedia anunciada como la inundación y el deslave en Quito, y se ha repetido en otros lugares, con daños. En buena hora que la obra se haga urgente, tiene un atraso de más de 53 años. Recordemos cuando García Moreno fue gobernador del Guayas, hizo el primer dragado que permitía a barcos de alto calado ingresar a Guayaquil, entonces puerto fluvial más grande de la costa americana del Pacífico. (O)

Wilson Homero Sánchez Castello, abogado, Guayaquil