En la actualidad solo se puede garantizar el bienestar de la humanidad a través de una completa y estrecha cooperación sin dejar a nadie excluido, con el fin de enfrentar los nuevos retos que las enfermedades y virus suponen para la seguridad sanitaria mundial.

Durante la pandemia de COVID–19, países como Taiwán utilizan tecnología inteligente mediante la informática, recopilando información en tiempo real sobre datos médicos, registros de resultados de pruebas PCR, de la vacunación, del desarrollo de fármacos, para fortalecer la lucha contra el coronavirus en casi más de dos años. ¿Entonces por qué si ha sabido en esta situación contribuir con su tecnología y su conocimiento al mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo sigue excluyendo no dejándolo participar en el sistema de salud pública mundial?, ¿o por qué no lo deja participar como observador?, ¿es por cuestiones políticas que no son ecuánimes con su ideología? (O)

Miguel Eduardo Ruales Galarza, Guayaquil