La oración es hablar o conversar con Dios, la Virgen María, el ángel de la guarda, los santos; para pedir, alabar, arrepentirnos del mal que hemos cometido...

Rece a todas horas. Cuando se levanta, trabaja, pasea, va de compras, va a dormir… Con oraciones cortas o largas conversando de tú a tú con el Señor. Simplemente diga: “Señor, me encomiendo”.

Si ha olvidado cómo se reza a la Madre de Dios, solo diga: “Madre”, y ella estará con usted. (O)

Mario Monteverde Rodríguez, doctor en Medicina, Guayaquil