Siendo niños, mis hermanos y yo, junto con mis papás, nos gustaba recorrer algunas regiones de nuestro país, por carretera la mayoría de las veces, especialmente la Sierra y la Costa, siempre maravillados de ver espectáculos naturales y una gastronomía digna de un país que Dios hizo con empeño. Hemos tenido la oportunidad de viajar a varios países, hemos conocido culturas diferentes, lugares, disfrutado comida, pero nada se compara a loque tenemos puertas adentro en nuestro bello Ecuador. Nos sentimos orgullosos de ser ecuatorianos.

El Ecuador que Noboa hereda de Noboa

Y es así que, con mucho optimismo y esperanza, comenzamos un nuevo camino en la vida del país, vimos y sentimos su discurso el 24 de mayo con la misma indescriptible emoción con la que usted lo pronunció y que, estamos seguros, no serán solo palabras sino que serán acciones firmes que marcarán la nueva historia que queremos escribir juntos. Queremos que así sea, tanto mi familia como los millones de ecuatorianos que vivimos tanto aquí como fuera de esta bendecida tierra, porque la historia del Ecuador no se va a escribir por sí sola, la escribiremos juntos, tal como lo dijo al finalizar su discurso.

Y ahora, que ya han pasado algunos días desde su posesión, tenemos por delante cuatro años que no serán fáciles, pero sí posibles si nos unimos y dejamos atrás el odio que nos ha dividido por años. Con mi familia nos sentimos aliviados de que nuestro voto haya valido la pena.

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Vivimos tiempos difíciles, pero tenerlo a usted al mando de este país es la señal que necesitamos para confiar en que los días que se vienen serán la luz en el horizonte. Queremos seguir sintiendo la misma emoción, o más, que cuando éramos niños recorriendo nuestro país, volver a viajar por nuestras carreteras con seguridad, dejando el miedo atrás en las calles. (O)

Ana Carolina Cabrera Armendáriz, tecnóloga en Marketing, Guayaquil