Es impresionante cómo un sector político del país, que lamentablemente cuenta con un importante apoyo, se comporte de manera burda y mediocre. En mi opinión estos son burdos porque asumen que quienes habitamos este país somos ignorantes, que no somos capaces de analizar y que somos como ellos, humillantemente serviles. Y, por otro lado, considero que son mediocres porque no les importa que sus actos develen su indiferencia ante la ley, algo que ellos mismos crearon, con una impericia escandalosa.
Hoy, contra viento y marea, pretenden implementar recovecos para burlar lo que ya está escrito en el COIP. La mediocridad se evidencia en dos aspectos claros, al retorcer las leyes y al buscar engañar al pueblo que confió en ellos.
Los asambleístas se eligen para crear leyes. Entonces, ¿cómo puede alguien poner como candidatos a asambleístas a personas que son solamente obedientes e incapaces de pensar, repetidores de consignas prefabricadas? ¿Es posible que esas consignas pretendan que los asambleístas atenten contra el ordenamiento legal establecido?
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Se les agotan las posibilidades de buscar atropellar y meter la mano en la justicia, para lograr la impunidad. (O)
José Manuel Jalil Haas, ingeniero químico, Quito