En la avenida principal de Florida Norte, en la ciudad de Guayaquil, cada día vuelve a ocurrir una escena alarmante: individuos que entran en los recipientes de basura, a quienes también se los conoce como chamberos, abren las fundas de basura dispersan los residuos por la calle y se van sin recoger nada.

El Gran Samborondón aún no existe

Esto, además de dar una mala imagen al sector y a la ciudad, provoca olores desagradables, y la suciedad atrae plagas como ratas o cucarachas. No es cuestión de criticar a aquellos que lo hacen por necesidad, pero sí de llamar la atención sobre las repercusiones que impactan a todos los residentes de la zona.

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Sería beneficioso que las autoridades encuentren opciones dignas y organizadas para este trabajo, como sitios de reciclaje regulados.

Falta de limpieza y sus consecuencias en la salud

Finalmente, para aquellas personas que laboran de esta manera solo tengo una petición sencilla: honren el ambiente que compartimos. Guayaquil tiene la capacidad de ser más limpia y humana, si todos aportamos un poco de nuestro empeño. (O)

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Génesis Scarleth Intriago Mora, Guayaquil