La mayoría del pueblo ecuatoriano apoyó su propuesta de campaña y eligió a don Guillermo Lasso Mendoza, presidente de la República.

Los políticos inteligentes deben razonar lo siguiente: si a un mandatario le va mal en la gobernabilidad porque no tiene apoyo de la Asamblea Nacional, al pueblo le irá mal también. Es así de simple, ¡no les parece? Todos deben arrimar el hombro y ayudar a empujar la barcaza. Podríamos aplicar el estribillo “juntos por Ecuador”. Ayudemos al presidente a cumplir sus promesas. Un presidente no puede gobernar a base de plebiscito o de una consulta popular, dadas las trabas de una Asamblea debidas al sectarismo mezquino y egoísta de grupos que velan por sus intereses personales y partidistas; eso no es correcto. No olvidemos que los diálogos, consensos, conversaciones, etc., son potestad de una sociedad civilizada y democrática. En el actual régimen, existe una brillante mujer, la doctora Alexandra Vela, ministra de Gobierno, capacitada en estos menesteres de consensos... No queremos que ronde el fantasma de la muerte cruzada. Al pueblo ecuatoriano no le interesan las peleas, disputas políticas internas, desea que le cumplan las promesas de campañas y solucionen sus graves problemas: laborales, sanitarios, salud, económicos, seguridad, combate a la corrupción y al narcotráfico... Por favor, apoyemos al presidente de todos los ecuatorianos, para salir a adelante. (O)

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Johnny Robert Cedeño Miranda, licenciado en Periodismo, Guayaquil