Es evidente el abandono y aislamiento en que se encuentran los habitantes de las provincias orientales, principalmente de Sucumbíos, con sus cantones sobre todo Lago Agrio, Shushufindi, Cascales, Gonzalo Pizarro, por los derrumbes de la carretera Quito-Lago Agrio en el sitio denominado Piedra Fina, que no se ha logrado rehabilitar ese tramo por más de un año. Solamente existen promesas del Gobierno, que hasta ahora no remedia definitivamente la carretera y que impide el derecho de las personas a su movilidad libre y segura.
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El cantón Lago Agrio cuenta con un aeropuerto que era usado por Tame hasta cuando la aerolínea nacional entró en liquidación por disposición del Gobierno, desde abril de 2020. El aeropuerto es utilizado ahora solo para los vuelos de los servidores de Petroecuador. Por tanto, los habitantes de dichas provincias están carentes de ese derecho a volar. ¿No sería conveniente que las autoridades encuentren la forma de utilizar ese aeropuerto concediendo las frecuencias necesarias a una empresa aérea nacional o extranjera para que dé este servicio que requieren poblaciones orientales para satisfacer sus necesidades de movilidad, y a la vez coadyuvará a la reactivación económica y al turismo de esas zonas del país que están aisladas? La preocupación de las autoridades no debe ser solo por la seguridad de la exportación del petróleo a través del oleoducto, sino la seguridad de la vida y el derecho constitucional a la transportación.
Y hasta tanto que se reconstruya el tramo de la carretera cortada por los derrumbes en esos suelos deleznables, para facilitar en forma definitiva el transporte por vía terrestre, pueden dar todas las facilidades a las empresas aéreas nacionales o extranjeras que deseen prestar sus servicios a dichas provincias, cantones y parroquias de la patria. (O)
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Gustavo Eliecer Chiriboga Castro, abogado y economista, Quito