Cuando la apnea me interrumpe el sueño en las madrugadas reflexiono sobre el presente deseando el bien común, especialmente al campesino que se raja trabajando para vender sus cosechas a precios irrisorios, soportando las penalidades de la Central de Riesgo, inoperante en el agro, y por tales motivos seca sus lágrimas con el incandescente sol de Baba.
La mejor y segura garantía que tiene BanEcuador es la hipoteca al otorgar un préstamo agrario; si el agricultor no honra su obligación, el banco declara plazo vencido y el predio es rematado.
Por las trabas y los largos papeleos el agricultor pierde tiempo, y se ve obligado a obsequiar el diez por ciento de verdes americanos, a los corruptos enquistados en la administración pública.
La democracia nos da la oportunidad a los ecuatorianos para que nuestro país cambie de rumbo –en las elecciones– con libertad y sin apagones; tenemos que estar vigilantes para elegir con la ‘masa gris’ a los asambleístas; sería catastrófico para la nación una mayoría de revolucionarios del siglo XXI que han sido, son y serán desprestigio. (O)
Gustavo Adolfo Varas Guerrero, Baba, Los Ríos