Lo que antes era bueno ahora es malo.
Antes era bueno ser poncista, guevarista, velasquista, cefepista; ahora son malos el populismo, los demagogos y los caudillos.
Tener el control de la Función Judicial antes era bueno; ahora es malo meter las manos en ella.
Antes se justificaba la corrupción ya que se la consideraba parte de la política y no importaba que políticos roben con tal de que hagan obras; ahora hay que luchar contra ella.
Se critica a ignorantes que se dedican a política, pero no a sabios que no participan en ella, privando al país de sus conocimientos y experiencias.
Siempre hemos votado todos por el candidato de nuestra simpatía; ahora hay que ser reflexivos y racionalistas, no emocionales.
Lo que antes se tenía como bueno ahora resulta que es malo; mucho se predica ahora de lo que antes no se practicó.
Dice Ramón de Campoamor que la verdad y la mentira son relativas y circunstanciales, que todo depende del cristal con que se miren los intereses, conveniencias y compromisos políticos del momento.(O)
Miguel Ulloa Paredes,
Guayaquil