A inicios de febrero del presente año la presidenta de la Asamblea Nacional, economista Elizabeth Cabezas, remite mediante oficio el proyecto de Ley Orgánica de Prevención y Sanción de Violencia en el Deporte, al presidente de la República, licenciado Lenín Moreno, la cual se centra en cuatro ejes, la violencia, la xenofobia, el racismo y la intolerancia en el deporte, esta última se asemeja a la violencia en virtud de su naturaleza, y para ejemplificar me remito al caso River versus Boca en Argentina (2018), donde el bus que transportaba al equipo visitante fue emboscado por hinchas del equipo local y como resultado de los desmanes se realizó la segunda final a España.

La participación de las federaciones deportivas, las intendencias de policías y la Policía Nacional serán fundamentales, puesto que con esta ley se crea un sistema de licencias para los escenarios deportivos, que podrán obtener después de cumplir con ciertos requisitos legales, si es que desean estar habilitados para recibir a los espectadores. Dentro de las prohibiciones está el ingreso de bengalas, bombos, banderas, pancartas, carteles y cualquier objeto que pueda ser utilizado como un arma por las barras bravas o cualquier persona; por último, están las sanciones que pueden ser con trabajo comunitario, privación de la libertad, pecuniarias, y consecuentemente el no ingreso a los escenarios deportivos.

La ley parece ser buena pero también tiene vacíos en ciertos aspectos, y es que el enfoque que el legislador le da es de prevenir y sancionar la conducta de las personas que cometan hechos prohibidos dentro de los escenarios deportivos cuando en estos se realicen actividades deportivas; pero qué pasa cuando se usen los escenarios deportivos para actividades de otra naturaleza como por ejemplo conciertos musicales. La ciudadanía merece que se garanticen sus derechos al acudir a estos escenarios a ver actividades deportivas y las que no lo son. Por cuerda separada se acerca la tercera fecha de la Liga Ecuatoriana de Fútbol y hasta lo que se ve en redes sociales, medios, se siguen presentando hechos violentos en interiores y exteriores de estadios, después que un equipo pierde su encuentro con el rival.(O)

Juan Carlos Pérez Cepeda,

estudiante de Derecho, Guayaquil