La ayuda humanitaria es una intervención solicitada o no por un país en crisis, donde gran parte de su población está en grave riesgo de no satisfacer sus derechos básicos de alimentación, salud y seguridad (Venezuela); esta ayuda puede ser dada por estructuras internacionales como la ONU, un conjunto de países, un país o una organización no gubernamental; para evitar que se llegue a una catástrofe humanitaria de grandes proporciones.

El caso de Venezuela es único en Latinoamérica, hay dos sectores en disputa por el poder político, uno liderado por Nicolás Maduro que no reconoce la crisis humanitaria y se niega a recibir ayuda, cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada Bolivariana (F.A.B.), una pequeña parte de la población y unos pocos países reconocidos históricamente por su ideología socialista (Rusia, China, Cuba…); y otro por Juan Guaidó, nombrado presidente por la Asamblea Nacional, que reconoce la crisis humanitaria y ha solicitado ayuda, tiene apoyo de gran parte de la población y el reconocimiento internacional de alrededor de 50 países (Estados Unidos, Colombia, Brasil, países de la Comunidad Europea...).

Guaidó ha dado un ultimátum (en doctrina militar lo emite el más fuerte) a la F.A.B., para que hoy sábado 23 de febrero de 2019 deje pasar la ayuda humanitaria que está concentrada y represada en Colombia-Cúcuta, Brasil-Boa Vista y las Antillas-Curazao (entre otros lugares), prometiendo conceder amnistía a los que abandonen y desconozcan a Maduro, además que la población civil estará presente para romper el bloqueo de las fronteras y hacer que circule la ayuda humanitaria hasta el corazón de Caracas.

Maduro sigue reforzando militarmente el bloqueo de las vías logísticas (puentes, carreteras, frontera marítima), para que la ayuda humanitaria de los países liderados por Estados Unidos no pase, además adquirió ayuda humanitaria a Rusia, China y Cuba, y con esto admite la crisis humanitaria. Hoy se presentarían las siguientes posibilidades: que Maduro trate de seguir manteniendo el cierre de las fronteras con la participación directa de la F.A.B. bloqueando las vías y siga evitando que la ayuda humanitaria circule. Que los grupos y sectores de la población civil seguidora de Guaidó traten de romper el bloqueo militar y establecer una vía logística continua que lleve la ayuda humanitaria a toda Venezuela.

Estas dos posibilidades producirían enfrentamientos violentos; el conflicto interno escalaría de crisis humanitaria a una catástrofe humanitaria; es necesario reflexionar: ¿los militares afectos a Maduro para cumplir sus órdenes emplearían las armas en contra de sus conciudadanos civiles?, ¿Guaidó estaría dispuesto a liderar en primera fila el rompimiento del bloqueo, con la posibilidad de caer como mártir? Si los militares destacados en las fronteras no usan las armas en contra de los civiles y permiten la circulación de la ayuda humanitaria, se fragmentaría la F.A.B, se debilitaría notablemente Maduro y ganaría Guaidó. Si los civiles liderados por Guaidó que pretenden abrir las fronteras y romper el bloqueo son detenidos por las balas militares produciendo muertos y heridos, entonces el fenómeno de la violencia escalaría en una espiral de inciertos resultados hacia una catástrofe humanitaria, esto traería intervenciones militares de los países que han fijado a Venezuela como un objetivo.(O)

Raúl Hidalgo Zambrano,

capitán de navío (s. p.), Guayaquil