Está en firme la enésima reforma tributaria de los últimos 12 años y al parecer trae tibios incentivos para la inversión, además de la denostada remisión tributaria en su tercera edición y otras cuestiones. Casi al mismo tiempo están las medidas de corte y aumento, como la discutida alza del combustible súper que nuevamente volverá a ser de 92 octanos.

Actualmente, si bien hay voces que medio celebran los incentivos para inversiones, la mayoría de voces son de descontento tanto por la reforma tributaria, así como del aumento de la gasolina súper. Gremios de obreros, el sector indígena, ya están analizando irse al paro a fin de tratar de eliminar dichas medidas que las ven como un giro neoliberal del Gobierno nacional. Dicen unos que van a protestar por la carestía, la falta de trabajo, el aumento de precios de la gasolina, los incentivos a empresas… ¿Pero propuestas? Ninguna realmente. No se sabe cuál será el rumbo del Gobierno por cuanto las medidas todavía resultarán insuficientes para la inversión y la creación de empleo. Después de 12 años de aumento desmedido del Estado, severo endeudamiento y represión a la inversión económica privada, el llamado giro “a la derecha” era el camino normal; pero ni bien se realiza el giro ya hay llamados a protestas que todavía no tienen asidero, las cuales ni siquiera van encaminadas a pedir facilidades al trabajo, la generalización del aporte de impuestos, la facilitación de tanto trámite burocrático… Mientras tanto, millones de ecuatorianos desempleados y miles de venezolanos que huyen del horror de la miseria extrema que se vive en la Venezuela socialista, están en estas calles trabajando, desamparados, sin gremios que los representen ante la falta de trabajo y de libertad económica; la cual no va encaminada a dejar de tributar sino para invertir y dar trabajo a tanta gente que lo necesita.(O)

Roberto Francisco Castro Vizueta,
abogado, Guayaquil