El ser humano se encuentra compuesto por los elementos básicos de la tabla periódica, como oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio, hierro y fósforo.
La gran pregunta que debemos hacernos es, ¿cómo y dónde se formaron estos elementos? La respuesta se encuentra en el interior y en la muerte de las estrellas.
En las primeras etapas del universo, pocos después del big bang, se formaron los elementos más simples conocidos, el hidrógeno y el helio, que a su vez fueron los ingredientes principales para conformar las primeras estrellas (las cuales fueron muchísimo más pesadas que nuestro sol) del universo.
Las estrellas emiten luz debido a las reacciones nucleares que ocurren en su interior, donde por sus condiciones únicas de presión y temperatura los elementos como el hidrógeno se van fusionando y liberando energía, manteniendo a una estrella encendida y soportando su masa para que no colapse gravitacionalmente bajo su propio peso. El primer elemento que entra en este proceso de fusión nuclear es el hidrógeno, que a su vez produce átomos de helio. Posteriormente los átomos de helio se fusionan y forman átomos de carbono, oxígeno, fósforo en el núcleo de la estrella. Este proceso se produce una y otra vez hasta llegar al hierro. En este momento las estrellas no tienen la capacidad de soportar su peso y explotan de una manera espectacular (como juegos pirotécnicos cósmicos) donde los elementos que se formaron en su interior son arrojados hacia el espacio.
Estas explosiones se conocen como supernovas y son uno de los eventos más violentos y espectaculares del universo. Este medio enriquecido por elementos pesados, a su vez contribuye a la formación de nuevas estrellas y planetas, y eventualmente la vida.
Es decir, el hierro que corre por nuestras venas, el calcio de nuestros huesos o el fósforo del cerebro, en algún momento fueron creados en el interior de estrellas y expulsados como supernovas.
Por lo tanto, si lo pensamos un poco, somos seres que venimos de las estrellas.(O)
Jonathan Alexander Quirola Vásquez, 28 años, Quito