Debe haber sido un error de buena fe el proponer en el proyecto de Ley de Reactivación Económica enviado recientemente a la Asamblea Nacional reformas legales, mediante las cuales se responsabiliza a los accionistas por las obligaciones tributarias de sus empresas.
No hay que confundir a la empresa o compañía con sus socios o accionistas, sean estos personas naturales o jurídicas. Y peor aún, confundir o mezclar sus patrimonios. La sociedad forma una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados.
Si una compañía quiebra por el mal manejo de sus administradores, es absurdo que sus acreedores, sean estos el Estado, instituciones de crédito o cualquier tercero perjudicado, pretendan cobrarle a los socios o accionistas sus acreencias; salvo que estos hayan utilizado a la empresa como pantalla para delinquir, como en el caso de los fraudes que se han hecho público estos últimos años, o que estos hayan garantizado solidariamente esa obligación.
En mi opinión, es también absurdo que los accionistas de una compañía sean responsables ante el IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social), por ejemplo, por la falta de afiliación a la seguridad social de un trabajador, por error de buena fe o no del representante legal de la empresa empleadora.
Temo que disposiciones legales como estas acabarán con la inversión en sociedades en nuestro país, a más de desestimular la inversión nacional y extranjera.
Espero que se enmiende ese error.(O)
Miguel Macías Carmigniani, abogado, Guayaquil