Es penoso y alarmante el estado de abandono en que se encuentra una bella playa y balneario como lo es Salinas, lugar que no solo acoge a turistas nacionales, pues hoy existen muchos jubilados extranjeros que se han animado a comprar propiedades y vivir largos periodos vacacionales atraídos por la belleza de las playas, los sabores y el clima que nos brinda Salinas. Mientras tanto, es una verdadera pena y vergüenza ver que haya calles y bordillos descuidados, despintados, solares abandonados llenos de maleza y basura, el Malecón totalmente descuidado y sucio, sin sistemas de desfogue de aguas lluvias para que en el invierno no se formen verdaderos lodazales, etc. Del hampa ni hablar, el mismo alcalde de Santa Elena ha sido víctima de robo en su domicilio, ¿qué esperamos el resto de ciudadanos que estamos más expuestos?

Señores autoridades, es hora de preocuparse por Salinas, sus habitantes, los turistas; el país así lo necesitan, si queremos estar a la altura de balnearios como los de nuestro vecino Perú, donde con playas no más lindas que las nuestras, infraestructura y orden nos ganan, empezando porque no existen vendedores ambulantes en las playas, por lo tanto no generan basura. Nos falta mucho por aprender, Salinas debe tener más orden, aseo y, sobre todo, seguridad. (O)

Raquel Patiño Icaza, ejecutiva comercial, Guayaquil