A raíz de la firma del Tratado de la Convemar efectuada por Ecuador en el año 2012, opino que debimos aprovechar los fondos marinos para explotarlos en su debida forma, lo que conllevaría a desterrar la mal llamada crisis de nuestro país, ya que las riquezas existen tanto en la plataforma continental como en los fondos marinos. Nuestro país las posee de manera pragmática.

La producción petrolera está a portas de la extinción por la exigua producción, lo que nos permite analizar que en la provincia de Manabí que fue azotada en abril por un terremoto, pero en sus costas la cordillera de Carnegie, llamada también cordillera de Manta, que nace desde la costa manabita hasta las islas Galápagos, hay nódulos polimetálicos de manganeso, los cuales podrían ser extraídos para mitigar los efectos de este fenómeno natural presentado. La abundancia de estos nódulos en el océano Pacífico es muy variable, aun en escalas de un kilómetro o menos; su formación ha permitido a países como Francia, Estados Unidos, Inglaterra realizar estudios estimativos de una cantidad apreciable de cerca de 100 mil millones de toneladas de nódulos polimetálicos de manganeso, existentes en los fondos marinos del mundo. Su formación depende de diversos factores: tasa de sedimentación y corrientes de fondo, disponibilidad de núcleos, zonas de alta productividad; topografía del fondo marino... En el caso de Ecuador existe una cantidad aproximada de 150 millones de toneladas de nódulos polimetálicos, se estima que la extracción de estos minerales podría en corto plazo cancelar la deuda externa, obviamente de que se realicen estas extracciones que se encuentran a una profundidad de entre 3.500 y 4.000 metros de profundidad. Lo anterior explica la ubicación de los nódulos de manganeso generalmente en las cuencas oceánicas profundas, alejadas de los continentes. En este caso los nódulos están cerca de los continentes debido a que estas zonas del Pacífico tienen condiciones óptimas de baja sedimentación. La presencia de los nódulos es importante para la reactivación de la economía. El Gobierno podría comprometer a un país acreedor para que realice tal exploración de estos minerales.(O)

José Arrobo Reyes,
Economista, Guayaquil