La ATM, Autoridad de Tránsito Municipal de Guayaquil, se ha dedicado a cerrar algunas bocacalles en varias avenidas de la ciudad, eliminando los giros a la izquierda y en ‘U’, a pesar de haber semáforos; bajo pretexto de que se forma congestión vehicular y lo que está haciendo es alargar unos kilómetros el recorrido a los vehículos que necesitan o deban realizar giros en aquellas esquinas.
Con esta medida el congestionamiento que se produce en la siguiente bocacalle o esquina donde se pueda girar se duplica, porque se une con la circulación normal del nuevo giro, también lo que se obtiene es que los vehículos circulen con mayor velocidad, tornando hostil y peligroso el cruce de peatones, ya que se están convirtiendo estos tramos de avenidas en autopistas o vías rápidas, que es lo contrario para lo que fueron creadas.
El objetivo de una avenida o calle dentro de la ciudad es que la circulación pueda recorrer un menor tramo para llegar a su destino, es más conveniente esperar el momento de girar en un semáforo a que se deba recorrer 5, 6 o más kilómetros para regresar y llegar al sitio que se busca.
Las consecuencias de esto son mayor contaminación, mayor riesgo de accidente y atropellamientos; más tiempo y dinero perdidos circulando. También hay más desgaste vehicular, amén del disgusto que causa que los conductores deban desviarse varios kilómetros para arribar al destino.
La ciudad debe ser amigable con los peatones, y las personas con vehículos debemos ceder el espacio y tiempo en beneficio de estos.(O)
David Sotomayor Moreira,
Ingeniero civil, Guayaquil