La edición, a través de EL UNIVERSO, de mapas elaborados por el Instituto Geográfico Militar responde a un imperativo que hemos venido señalando. El ejercicio por muchos años en la cátedra de Geografía del nivel medio, así como participación en cursos capacitadores del Ministerio de Educación y otros eventos específicos, nos condujeron a entender la necesidad urgente de revisar planes como textos y mapas, en vista de repetidos errores sobre temas fundamentales relacionados con el espacio físico de nuestro país.
Se sumaban fallas en el aprendizaje de la asignatura en la mayoría de centros educativos y que fueron denunciados en el ensayo Geografía que no se enseña, publicado en Manabí, año 1950. Observaciones y anotaciones en el propio terreno con ayuda de cartas correspondientes IGM, principalmente escala 1:50.000, fueron nuestros elementos a los que acudimos inmediatamente.
Pudimos comprobar erradas informaciones tradicionalmente utilizadas que debidamente puntualizamos pero que, por lo visto, se las mantiene. En nuestra opinión, es muy preocupante el nombre del país anteponiéndole artículo determinado y, peor aún, la contracción gramatical “del Ecuador”. El nombre correcto es Ecuador, y así se lo reconoce mundialmente. Consideramos indispensable el análisis. De lo que sabemos, en América, por ejemplo, solamente se conoce el caso de El Salvador y sin contracción por supuesto. El tema ya fue analizado en el libro Geografía de Ecuador, el espacio y sus pueblos en tres ediciones seguidas.
El recurso audiovisual sigue siendo valioso e indispensable en el proceso de aprendizaje, principalmente en instancias de educación básica, tratándose de la asignatura geográfica. El recuadro de Galápagos debe ser utilizado teniéndose presente la latitud geográfica correspondiente.
No puede hacerse costumbre de los errores, tratándose de una disciplina científica con mayor razón. En un mapa físico es inaceptable dejar de lado el relieve que explica situaciones naturales y sociales consecuentes. Vida vegetal, animal, clima, productividad, etc. Particularmente en el caso de la provincia de Guayas, a la que también se le antepone la contracción –del–, se insiste en el nombre de cordillera Chongón y Colonche, error suficientemente tratado y graficado en el libro Geografía de Guayas, la provincia y la cuenca. Se olvidan los estudios de Sauer en cuanto a morfología. Desaparición del cantón Nobol.
En lo positivo, alertar y solicitar participación de lectores y educadores, principalmente en las respectivas circunscripciones provinciales. De nuestra parte insistiremos en el proyecto Tierra Natal, fortaleciendo así básicos intereses soberanos del territorio ecuatoriano. (O)
José Hidrovo Peñaherrera,
Doctor, Guayaquil