La Navidad se celebra el 25 de diciembre en casi todos los países del mundo con intercambio de regalos, celebraciones, reuniones en familia y la asistencia a misa como conmemoración del nacimiento del Niño Jesús, llamada también misa de los pastores. La liturgia romana actual tiene cuatro misas de Navidad: de vigilia, de noche, también llamada la del gallo, de aurora y la del día. Hechos históricos del poderoso Imperio romano hablan de que en el mes de diciembre celebraban ritos paganos y poco tienen que ver con el hecho histórico de conmemoración del natalicio del Niño Jesús. Ciertos fragmentos del evangelio, así como otros documentos de aquella época, e historiadores hablan del nacimiento de Jesús por el mes de abril o mayo, pero otros concluyen que fue en septiembre u octubre, sin embargo, la moción del papa Julio I en el año 350 estableció la Navidad el 25 de diciembre y fue decretado cuatro años después por el papa Liberio. Esto se debió a que en esa fecha entre el 17 y el 23 de diciembre los romanos celebraban el culto a Saturno, dios de la agricultura, principal sustento de actividad económica de esos pueblos y el 25 se consideraba el nacimiento del nuevo sol. También en ese mismo año, en la actualidad se centra la figura de Papá Noel llamado también Santa Claus, Sinterklaas o Pere Noel; estuvo inspirado por la vida del obispo de Mira de Turquía, conocido como san Nicolás, quien era muy popular por su bondad y generosidad con los pobres. En lo concerniente al árbol de Navidad, la historia de Alemania asocia su origen a un obispo inglés llamado san Bonifacio, por los años 675, quien dolido por la idolatría de los germanos, quienes se preparaban a celebrar el solsticio de invierno sacrificando a un hombre joven en el sagrado roble de Odín, entró en ira, tomó un hacha y cortó el majestuoso roble sagrado, que de inmediato un fuerte ventarrón derribó al instante. Para sorpresa de todos los que presenciaron el hecho, un pequeño abeto permaneció intacto junto a los restos y ramas rotas, el obispo lo adornó con manzanas que simbolizaban las tentaciones y velas, que era la Luz de Cristo, y significaba la protección al mundo de la maldad, la envidia y mezquindad. Los lazos significaron la unión de las familias y la estrella a la fe que debe de iluminar la vida cristiana. La entrega de regalos se originó en sociedades antiguas en la época del solsticio de invierno en la que los patronos intercambiaban sus regalos con sus trabajadores. En sus casas colgaban medias llenas de golosinas, los juguetes eran hechos en casa y los repartían a sus amigos y familiares, al igual que frutos especiales como las naranjas u otros alimentos conservados por ellos. La Biblia habla de la venida de tres Reyes Magos provenientes del Este, que fueron a visitar al Niño Jesús llevándole regalos como reconocimiento de la venida del Hijo de Dios. En el Ecuador, se guardan estas costumbres tapando al Niño Jesús hasta la víspera del 25 de diciembre, se reza la novena, cantando villancicos, algunas veces con instrumentos musicales. Los niños escriben una carta al Niño Jesús que incluye una lista de regalos que les gustaría recibir por su buen comportamiento y en la víspera del 24 de diciembre se arregla la mesa con un pavo o cerdo como plato principal acompañado de ensaladas, relleno y como postre un plato de dulce como signo de alegría por la llegada del Hijo de Dios a sus hogares, recibiendo la bendición de sus progenitores y demás familiares y seres queridos, con alegría y felicidad.
Se debe celebrar la Navidad recordando la venida del Hijo de Dios para compartir su amor y que haya paz y justicia en el mundo. (O)