Con mucho dolor veo que dos leyes instauradas en este gobierno están dañando nuestra juventud y nuestro futuro.
Por un lado, por decreto establecieron que varias drogas sean de libre consumo en el país, lo que significa que cualquier persona pueda ingerirlas y hasta los niños están expuestos; en las escuelas y en los colegios se ha vuelto normal el tráfico, lo que está produciendo delincuentes, ya que hacen todo lo posible para conseguir dinero para seguir satisfaciendo el vicio. Por otro lado, cualquier persona puede entrar al Ecuador libremente, ya que eliminaron las visas y desde el 2008 a más de pasajeros han ingresado delincuentes, narcotraficantes y personas que utilizan al Ecuador como vía de pasada, a otros países; tal es el caso de la supuesta terrorista participante en los ataques en París, que había vivido seis meses en Ecuador. Ya es hora de que estas leyes sean derogadas para volver a ser un país donde se respire paz.(O)
Lili Quevedo Bejarano, avenida Samborondón