La afiliación de las amas de casa es una aspiración justa e insatisfecha, que se presta para utilizar recursos demagógicos.

No se necesita calculadora para decir que este gobierno no va a invertir ni un centavo para la jubilación de las amas de casa. Será otro gobierno y el IESS después de 20 años los que tendrán que ver de dónde sacan los dólares para iniciar el pago a las primeras jubiladas. La base del financiamiento del Seguro Social es el ahorro, con este o el aporte de 2 dólares mensuales en 20 años, habrán ahorrado 500 dólares, que de seguro no alcanzarán para financiar el pago de una pensión mensual. No es este gobierno el que lo va a financiar, sino los pobres fondos del Seguro Social obligatorio. El costo de campañas publicitarias para promocionar un regalo se lo pudo utilizar para la afiliación gratuita de las primeras 750.000 amas de casa. Académicos de gobierno acostumbran crear falsos puestos de trabajo no productivos, ese es el trabajo al que estarán sometidas las amas de casa para ahorrar 500 dólares en 20 años; tienen que darse tiempo para depositar mensualmente 2 dólares, si no estarán en mora y con riesgo de multas y demandas; tienen que pagar, mínimo, pasaje de un bus ida y vuelta a 50 centavos, más 50 centavos que les cobrará el banco por aceptar el depósito, hacer cola (calculen el tiempo total a 2 dólares la hora). El IESS tendrá que contratar empleados y abogados para llevar las cuentas de las nuevas afiliadas.

Si de verdad querían favorecer con justicia a las amas de casa, no tenían que someterlas a la espera de este calvario mensual, sino decretar el pago de la jubilación para las amas de casa que cumplan 65 años de edad; financiado con los ingresos que ya en tantos años debe estar generando la nueva matriz productiva con el milagro de la academia, y no después de 20 años con los dineros de los trabajadores actuales activos o de los jubilados. (O)

Jorge Benigno Falcones Alcívar, médico, Guayaquil