Si me preguntaran cuál es mi partido, con mucho entusiasmo señalaría el Ecuador. Si me interrogaran cuál es el símbolo que nos identifica, exclamaría con mucho entusiasmo que es el Escudo Nacional de Armas. Si me preguntaran cuál es su número, por supuesto que diría 31 (de octubre), en alianza con el 24 (de mayo), 10 (de agosto), 9 (de octubre), 15 (de noviembre), 26 (de noviembre), entre otros, que son fechas de profundo contenido cívico. Nuestro país, lamentablemente, es muy folclórico, por eso cada pueblo, cada santo, cada cosa tiene su carácter festivo, porque los promotores son distribuidores de productos de consumo masivo; es decir, mientras más festejo existe, más ganan. Con esto se pretende olvidar a uno de nuestros símbolos patrios, el Escudo Nacional de Armas.

Es increíble que todavía existan ecuatorianos que no conozcan que el 31 de octubre es un día consagrado para exaltar a nuestro extraordinario Escudo Nacional de Armas y festejan una fiesta extranjera como es Halloween. Es el Día del Escudo, exaltemos a nuestro grandioso escudo, el cual representa lo que es el Ecuador.

En todos los establecimientos educativos e instituciones fiscales tiene que existir la figura emblemática de nuestro querido símbolo patrio.

Ricardo Ordóñez, Guayaquil