La juventud es una etapa de la vida irreemplazable en la que se experimentan y aprenden muchas cosas, pero así también es la más complicada en donde el ser humano (los jóvenes) tienen ciertas transformaciones en su organismo, forma de pensar y ver la vida, lo que es bueno y lo que es malo, etcétera.

Hoy en día la juventud está muy desequilibrada en sus valores, ha perdido el respeto, honestidad, responsabilidad, amistad y humildad. Se da el caso de no obedecer las reglas que los padres establecen en el hogar y los chicos hacen lo que les da la gana. También está la deshonestidad académica en el colegio con las tareas, lecciones y exámenes cuando se copia a compañeros porque prefirieron perder el tiempo en una fiesta, en casa de un amigo, en estar con el celular chateando o en las típicas redes sociales Facebook, Twitter, YouTube, etcétera; o no decir la verdad a los padres sobre algo que han hecho a escondidas como haber fumado, tomado drogas o alcohol. En vez de aplicar la responsabilidad aplican la irresponsabilidad dejando para última hora las actividades y estudios que deben cumplir. Es por esto que hay jóvenes en colegio o universidad que pierden el año por no haber priorizado el estudio, o tienen relaciones sexuales a temprana edad que los lleva a criar un bebé, arruinando una carrera, los estudios.

Los padres tienen que saber aconsejar a sus hijos dándoles esperanzas, encaminándolos, vigilándolos y lo más importante, compañía y amor. Lamentablemente no todos los jóvenes poseen estos factores que son importantes para su buen comportamiento en general. El mundo exterior también entra en este campo de la actitud de la juventud frente a los valores, incluimos aquí a las redes sociales que son las que alejan más a los jóvenes de la comunicación con sus padres. Las malas amistades incitan a realizar actos indebidos y el mundo presenta propuestas como las drogas, que se infiltran en el medio de los adolescentes fácilmente.

Arianna León Macías, estudiante, Guayaquil