Todas las madres sabemos que lo que se gesta en nuestro vientre es un niño en camino y podemos escuchar su ritmo cardíaco a la quinta semana, con enorme emoción.
¿Y cómo se sabe que es un niño? A nosotras nos lo dice el sentido común y nuestro corazón maternal. Ahora, lo confirma la ciencia y lo puede mostrar, desde el principio del embarazo, la técnica moderna tan avanzada de las ecografías 3D y 4D con imágenes tridimensionales de gran precisión, incluso en movimiento en tiempo real. Hay algo incomprensible, los mismos que hacen bandera del débil e indefenso, la hacen de la destrucción del niño nonato, negándole su categoría humana y la ayuda a la mujer embarazada en dificultad. Una incongruencia total que solo cabe en gente atrapada por una ideología devastadora y en personas sin entrañas. Evoco la crítica del gran escritor vallisoletano Miguel Delibes al progresismo incoherente que no advierte que “el feto aún carece de voz..., pero parece natural que alguien tome su defensa, puesto que es la parte débil del litigio”. Para “los progresistas que aún defienden a los indefensos y rechazan cualquier forma de violencia..., la náusea se produce igualmente ante una explosión atómica, una cámara de gas o un quirófano esterilizado” (Miguel Delibes, Aborto y progresismo).
Josefa Romo,
Valladolid, España