Tomemos la costumbre de nuestros padres y abuelos, de lucir en los balcones, las ventanas, las puertas de nuestras casas, locales comerciales, consultorios, oficinas, tiendas, vehículos, etcétera, la bandera de Guayaquil. ¿Por qué solo ponemos la bandera de nuestro equipo de fútbol preferido?

No importa el tamaño de la bandera, grande o pequeña, la cosa es exhibir una a lo largo del mes de julio, o sino guirnaldas celeste con blanco.

Eduardo Patricio Sánchez,

Guayaquil