Un recluso murió de manera violenta este martes en la cárcel Regional, ubicada en las afueras de Guayaquil.
La ministra de Gobierno, Alexandra Vela, confirmó esa muerte violenta en la cárcel Regional, pero dijo que esta no estaría vinculada a alguna revuelta por la visita que ellos tenían programada en la Penitenciaría.
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Tampoco se relaciona con la protesta que ocurrió horas después en esa misma cárcel. No se determinaron las causas ni en qué pabellón estaba el interno.
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Ella confirmó que esta mañana se reportó una protesta en la Regional a causa del ingreso de alimentos que no estaban contemplados en los registros, sin embargo, luego de inspecciones se les permitió el paso.
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Vela con otros funcionarios del Gobierno recorrieron esta mañana la Penitenciaría del Litoral en vísperas de que termine el estado de excepción por la crisis carcelaria.
Luego de su recorrido de al menos dos horas en la Penitenciaría, Vela aseguró que el resguardo de agentes de la Policía Nacional y de los Militares continuará tanto en las cárceles de Guayaquil como en otras del país.
Ella indicó que este recorrido sirvió para verificar la culminación y transición del estado de excepción a una situación de normalidad en el régimen legal.
“Es necesario que se mantenga ese control en las cárceles del país porque el Estado debe retomar el control sobre los centros penitenciarios, cosa que en otros gobiernos dejaron que se pierda. El personal militar estará fuera de los límites señalados por el director del SNAI. El campamento se va a mantener”, manifestó.
Dijo que estas alertas son parte de los programas de prevención para estar listos ante alguna reacción que se pueda dar. “Lo que el Gobierno puede decir al término del estado de excepción es que este ha servido para tratar de reestablecer un control en todo lado. Y que ese proceso de mantener el control es un proceso que se hace día a día”, comentó.
Añadió que este va a culminar cuando todos los pasos adicionales que se están dado en este momento se concreten: que se haya reestablecido el sistema de rehabilitación, que se haya logrado el proceso de pacificación, que se haya aceptado todas las reglas.
Además, que se haya establecido un modelo diferente para el manejo de los centros penitenciarios y que se haya logrado efectivamente que los ciudadanos y los reos respeten los derechos de todos y encuentren un marco de convivencia. “No es de la noche a la mañana, es un camino largo y debemos persistir “, concluyó en su intervención luego del recorrido. (I)