El acompañar en momentos de dolor de un ser querido le costó la vida. Esa es la historia de Mykel Dayan Quintero Montaño, de 23 años, quien fue acribillado mientras participaba en un rezo tras el asesinato de un allegado.
Según un testigo, era una noche de oración y recuerdo. Pero a la llegada de dos sujetos en moto, lo que estaban viviendo se transformó en “un infierno”, enfatizó.
Policía abatió a sospechoso y neutralizó a otro tras ataque a patrullero en el norte de Machala
El hecho ocurrió la noche de este martes 11, alrededor de las 22:30, en las calles González Rubio y 25.ª Oeste, en Machala.
Publicidad
Según información policial, Quintero Montaño recibió múltiples impactos de proyectil mientras participaba en el acto religioso en memoria de otro joven que también había perdido la vida de forma violenta.
Dos cuerpos decapitados y un torso humano hallan frente a las costas de El Oro
Un ciudadano, que prefirió reservar su nombre, mencionó que los presentes compartían un pequeño refrigerio tras la ceremonia, cuando una motocicleta con dos ocupantes se acercó al lugar. Los atacantes abrieron fuego contra el grupo y luego huyeron a gran velocidad.
Quintero fue trasladado en un patrullero hasta el hospital Teófilo Dávila, pero llegó sin signos vitales. En el mismo ataque resultó herida María G., de 60 años, quien recibió impactos a la altura del abdomen, pelvis y pierna. Los médicos confirmaron que su estado es estable.
Publicidad
En el sitio del crimen, personal de Criminalística levantó once vainas percutidas y dos proyectiles deformados, lo que evidencia la cantidad de disparos efectuados durante el ataque.
El cuerpo de la víctima fue llevado al Centro de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde se le practicó la necropsia de ley.
Publicidad
Fuentes policiales informaron que este hecho sería parte de una retaliación entre grupos delictivos que operan en el sector.
Seis personas asesinadas en billar de Machala: presumen que fue ataque ligado al chulco
“Las primeras indagaciones apuntan a una disputa previa vinculada a la muerte del allegado por quien se realizaba la novena”, señaló un investigador bajo reserva.
“Aquí ya no se puede ni rezar tranquilos. Vivimos con miedo”, dijo una vecina que prefirió no identificarse. En la zona, la Policía Nacional reforzó los patrullajes preventivos mientras la Fiscalía recaba información para identificar a los responsables. (I)
