Cristian René Hidalgo Alburqueque; su esposa, Gladys Mar Sánchez, de nacionalidad venezolana; y su amigo Jacinto Roberto Salvatierra Ramírez son las víctimas de la masacre perpetrada la noche de este domingo, 25 de mayo, en la parroquia La Avanzada, cantón Santa Rosa.
Los tres fueron acribillados dentro de una vivienda familiar, adonde habían llegado hace dos días para refugiarse, pues tenían amenazas de muerte, pero sin saber que los estaban siguiendo.
Según la Policía Nacional, los sicarios llegaron en dos motocicletas, con los rostros cubiertos y armados. Con un combo derribaron la puerta principal e irrumpieron a balazos.
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El ataque ocurrió pasadas las 21:45 y fue reportado por vecinos aterrados al ECU911. En cuestión de minutos, unidades tácticas de la Policía, Fuerzas Armadas y servicios de emergencia llegaron al sitio, pero ya no había nada que hacer por las víctimas.
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Los cuerpos fueron encontrados en diferentes partes de la casa, todos con impactos de bala en la cabeza y el tórax.
Agentes de Criminalística levantaron 35 indicios balísticos en el lugar. Dentro del inmueble, las paredes y el mobiliario también presentaban múltiples orificios, confirmando la violencia del ataque.
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Un agente policial reveló que las víctimas habían llegado desde Machala dos días antes del crimen.
Hidalgo, dueño de un bar en la conocida zona rosa, habría recibido amenazas recientes, por lo que decidió mudarse temporalmente junto con su esposa. Sin embargo, los sicarios ya lo tenían en la mira.
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Las primeras pericias apuntan a una ejecución planificada. Según información preliminar, los atacantes conocían los movimientos de sus objetivos y actuaron con precisión.
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Jacinto Salvatierra, quien estaba con la pareja en ese momento, también fue acribillado. Registra antecedentes por robo.
El informe policial sostiene que los objetivos principales serían Hidalgo y Salvatierra, presuntamente vinculados a una red delictiva en Machala. En cambio, la mujer habría sido una víctima colateral de la emboscada.
La situación está siendo investigada bajo el contexto del crimen organizado, considerando la modalidad y violencia del hecho.
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Durante un operativo posterior, las autoridades hallaron dos motocicletas abandonadas en una vía cercana. Se presume que fueron utilizadas por los sicarios para escapar tras cometer el crimen.
Las evidencias ya están bajo análisis técnico y balístico, mientras se busca identificar a los responsables. (I)
