Esmeraldas
“Solo llegamos hasta la carretera principal E15 sur y de ahí los pasajeros caminarán hasta sus viviendas”. Esa es la disposición asumida por conductores de buses urbanos, luego del incendio provocado a dos unidades de transporte, el martes 25 de julio.
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El atentado fue al bus número 14 de la operadora de Las Palmas, en el ingreso al complejo habitacional El Coral, sector sur de la capital esmeraldeña. Ese día se dieron hechos violentos, utilizando explosivos en atentados contra cinco vehículos y amenazas a instituciones judiciales en Esmeraldas y en Quinindé.
Según transportistas, el conductor del bus atacado, al parecer, iba a ser secuestrado en ese sector, de acuerdo con la alerta que recibieron por radio comunicación y teléfonos móviles.
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El otro bus quemado fue uno de la cooperativa Quinindé, en el patio de estacionamiento de la terminal terrestre de Esmeraldas.
Para las operadoras de transporte urbano Las Palmas y Alonso de Illescas, es un peligro ingresar a barrios considerados conflictivos.
Estos sectores son La Cananga, La Primavera, El Coral, La Guacharaca, 20 de Noviembre, Nuevos Horizontes, Los Mangos, viaducto Esmeraldas-El Cabezón, Aire Libre, San Martín de Porres, Las Banderas, Santas Vainas y las avenidas Libertad y Pedro Vicente Maldonado (malecón).
“Tenemos que pagar ‘peaje’ en cada recorrido para evitar que nos roben”, comentó uno de los transportistas de Las Palmas. Cuando los choferes son conocidos, no sucede nada, pero las consecuencias las pagan los pasajeros.
Una conductora de servicio particular relató que en días pasados, tres sujetos armados intentaron secuestrarla mientras cambiaba aceite a su vehículo en el barrio La Cananga. “A la fuerza me ingresaron a la casa para que les entregue dinero y prendas de valor, como no encontraron nada se fueron”, refirió ella.
Por la situación de inseguridad en los barrios, los transportistas decidieron reducir los horarios de recorrido. Mientras, las rutas desde Las Palmas hasta la Y de Vuelta Larga se mantienen hasta las 20:00.
Las rutas 2, 3, 5 de Las Palmas y 6 de la Illescas son las más afectadas por delitos en los barrios donde prestan el servicio.
Los conductores de las 17 operadores de taxis también se niegan a ingresar a estos barrios, por los asaltos y secuestros de los que han sido víctima varios taxistas.
La necesidad de transporte es suplida por motociclistas que cobran hasta $ 2 por pasajero, dijo Nadia Basurto, quien residía en La Primavera y por el ambiente de inseguridad en ese sector se cambió de casa a otro barrio.
Freddy Freire, presidente de la operadora Las Palmas, pidió reforzar la vigilancia policial en los barrios de mayor complejidad y exhortó a los dirigentes barriales a que apoyen para garantizar el ingreso de los buses y no se afecte a los usuarios.
A esto se suma el pedido de mejoramiento de las calles que vienen haciendo a las administraciones anteriores del Municipio de Esmeraldas. Mientras, dos nuevas frecuencias amplió la operadora Las Palmas a los sectores Virgen del Carmen y la parroquia rural de Tachina.
Vigilancia en las paradas
Transportistas y dirigentes barriales solicitan vigilancia combinada entre policías y militares, principalmente en las paradas y parqueos, desde las 18:00 y en las primeras horas de la mañana.
Los más afectados por la falta de transporte urbano son los estudiantes y trabajadores que residen en barrios fuera de la zona urbana de Esmeraldas.
Los asaltos, en su mayoría, los cometen delincuentes en motocicletas. Por ello se intensificaron operaciones y patrullajes móviles con la retención de estos vehículos, algunos sin documentación o reportados como robados.
El gobernador Frickson Erazo, los comandantes de la Zona 1 Especial de la Policía y de la Fuerza de Tarea Conjunta Esmeraldas (FTCE) intensificaron las operaciones y patrullajes en las zonas conflictivas, calles, avenidas y carreteras de la Provincia Verde. (I)