Como novatos actuaron los hombres que la tarde del jueves secuestraron al empresario Felipe G. P., de 33 años, y su chofer, Kevin Ch., de 24. Esa es la conclusión de la Policía sobre el hecho que se dio en el redondel del kilómetro 12 de la vía a Salitre, sector que es jurisdicción de Daule.

Ocurrió la semana pasada, y en un video quedó la evidencia de cómo en dos carros llegaron al menos seis sujetos que ahora se sabe pertenecerían a la banda delictiva de los Chone Killers.

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Dictan prisión preventiva para los cinco aprehendidos por secuestro de empresario por el que pedían $ 500.000

Este grupo supuestamente organizó el secuestro para obtener una alta suma de dinero que le permita seguir financiando sus actividades ilícitas, pero quienes lo ejecutaron no serían profesionales, mencionaron agentes policiales.

La Policía reveló que dos carros cerraron el paso al vehículo en el que iban las víctimas. Uno de los autos era conducido por su propio dueño, quien además se habría olvidado de cambiar la placa. Él tenía ya una placa falsa que usaba cuando cometía delitos menores, pero no la utilizó en esa ocasión del secuestro.

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Este detalle permitió a los agentes de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase), al revisar las cámaras de seguridad, localizar rápidamente al dueño, quien fue interrogado en su vivienda hasta que reveló que las víctimas estaban en una casa de caña en el sector conocido como Fincas Delia, en el kilómetro 7 de la vía Durán-Tambo.

Trece horas después de haber sido retenidos, a las 03:00 del viernes, las víctimas fueron liberadas y seis hombres detenidos.

El conductor contó a los agentes que era parte de los Chone Killers, que pensaron que la familia de Felipe G. F. iba a pagar por temor y que los habían amenazado con cortarles las manos con un machete. Los antisociales pedían medio millón de dólares.

El secuestro del empresario y su conductor reveló cómo la banda delictiva busca nuevas formas para financiar sus actividades al margen de la ley.

Los detenidos son jóvenes e inexpertos

Los detenidos por este secuestro tienen 17, 21, 23 y 33 años. Ellos, según los agentes que investigaron el secuestro, son consumidores de droga lo que los vuelve más peligrosos porque pueden cometer un error y las víctimas podían terminar muertas.

“Por eso les tenemos más miedo a los inexpertos que a los profesionales”, admitió un agente de esa unidad.

Un día después de ser trasladados a la Penitenciaría del Litoral, el hombre que reveló la ubicación de las víctimas fue hallado sin vida.

Era Jimmy P., de 33 años, el mayor de los detenidos. Él fue ingresado el sábado a una celda del pabellón 2 de la Penitenciaría del Litoral, una zona manejada precisamente por los Chone Killers.

Medio millón de dólares pedían los secuestradores para liberar a joven empresario y su chofer; fueron hallados en predio de la vía Durán-Tambo

La madrugada del domingo 12 de junio fue hallado colgado con una soga en el cuello, en el pabellón 2 de la Penitenciaría.

El hombre tenía antecedentes penales: en 2018 fue aprehendido en delito flagrante –tal como ocurrió en el proceso penal por secuestro extorsivo– por tráfico de drogas.

El 18 de mayo anterior, Adrián Gerardo Calle, vocero de los Chone Killers, fue asesinado en ese mismo pabellón, el 2. (I)