Elena había terminado su última presentación en el circo donde trabaja en el sector de San Felipe, norte de Guayaquil. Eran las 23:30 y, encontrándose en lo que llama “casillas”, (pequeños dormitorios móviles para el equipo) escuchó gritos.
“No le paramos bola porque gritan por los juegos”, dijo esta acróbata circense.
Lo peor vino después. Elena sintió personas corriendo cerca, pasos fuertes, a tropel. Salió a ver lo que sucedía y observó que la gente estaba trepando rejas del parque de diversiones que está en esa zona.
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En el sitio se había registrado un asalto. Al lugar llegaron policías y militares, pero el robo ya había sucedido. Sujetos se habrían llevado al menos $ 10.000.
Gente que estuvo en el sector dijo que los asaltantes se habrían acercado al ingreso del parque de juegos fingiéndose interesados. En ese momento, según testigos, un guardia les informó que ya no había atención y allí lo apuntaron con un arma.
Los antisociales habrían esperado a que policías y agentes de tránsito abandonaran el área para perpetrar el asalto.
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Esa fue una noche de terror para quienes, como el circo, estaban con sus negocios en los alrededores. El hecho tuvo lugar el pasado domingo, 27 de julio, justo cuando se cerraba el feriado local por fiestas julianas, en Guayaquil.
Lo más indignante para Tomás (nombre protegido) es que cuando él dio aviso al ECU911 diciendo que había una emergencia sobre la av. Felipe Pozo, frente al cementerio, le respondieron: “¿Y eso es en Guayaquil?”.
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Los uniformados sí llegaron, pero el atraco estaba consumado.
Según el hombre, mientras se revisaba la parte frontal del área, “los pillos ya estaban saliendo por la parte de atrás”.
Él asegura que en total habrían participado unos 30 antisociales. Sin embargo, otro de los testigos dijo que habrían sido solo cinco.
“Gente se tiró a la zanja o corrieron a meterse al circo”, explicó el hombre sobre el caos que se formó durante el atraco, aún con guardianía.
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Esta zona, que es un lote vacío dentro de la ciudadela San Felipe, en el norte de Guayaquil, está llena de maleza seca, amarillenta. Con un hedor intenso a orine, basura por donde se camina y heces de perros.
“Al administrador no lo matan porque se les encasquilló el arma; al guardia se le llevaron las dos (armas) que tenía”, aseguró uno de los testigos. Al momento no se han pronunciado los administradores del lugar.
Lo que testigos lamentan es que pequeños emprendedores se vieron afectados durante este hecho. “A nosotros se nos llevaron los teléfonos y la plata del negocio”, dijo uno de los perjudicados.
Aunque a primer vistazo el parque mecánico pareciera cerrado, sí está funcionando. Solo en las mañana no hay atención al público.
En el ingreso hay seis boleterías. En ese lugar se detallan los valores según las edades. Los adultos pagan $ 8,99 y los niños, entre 3 y 10 años, $ 5,99.
En los alrededores del sitio donde se registró el asalto hay personas que ya se preparan para viajar a otros cantones.
Por ahora, ellos esperan no llevarse más sustos como el del domingo. (I)