La fachada era perfecta: peinaban, depilaban, ofrecían masajes e incluso vendían ollas. Pero detrás de ese telón, en pleno casco central de Machala, operaba una presunta red de microtráfico que movía droga a plena luz del día.

Tras cuatro meses de seguimiento, la Policía Nacional desmanteló este miércoles, 11 de junio, un grupo delictivo que operaba desde locales de estética y otros negocios del centro de la ciudad.

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El operativo se ejecutó en los alrededores del parque de la calle Páez y se extendió a los sectores de Juan Montalvo y Olmedo. Allí cayeron diez personas —hombres, mujeres y personas trans— que fueron señaladas como parte del ‘engranaje criminal’ que disfrazaba el tráfico de drogas con actividades legales.

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“Los ciudadanos empezaron a notar movimientos sospechosos, sobre todo el ingreso y salida constante de individuos que no buscaban cortes de cabello ni ollas de cocina. Gracias a esas denuncias pudimos iniciar una investigación que concluyó con este importante golpe”, detalló el coronel Pablo Fajardo, comandante de la Policía en El Oro.

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Según la información oficial, el grupo distribuía tanto cocaína como marihuana, y lo hacía bajo la pantalla de servicios estéticos, comercio informal y, en algunos casos, la prostitución.

Lo más grave, según las autoridades, es que varios de los involucrados ya habían sido detenidos anteriormente por delitos como secuestro, extorsión, tentativa de asesinato y asociación ilícita.

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Los uniformados incautaron un total de 4.000 dosis de droga, divididas en partes iguales entre cocaína y marihuana.

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También se decomisaron celulares, agendas con posibles listas de clientes y una cantidad no revelada de dinero en efectivo. Todo esto pasó a cadena de custodia y servirá como prueba en el proceso judicial que ahora enfrentan los detenidos.

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Los agentes de la Dirección General de Investigaciones (DGI) habían montado vigilancia en los alrededores del casco comercial desde hace semanas.

Con cámaras, agentes encubiertos y cruces de información telefónica lograron establecer la ruta que seguía la droga desde los puntos de acopio hasta las manos de los consumidores.

Este golpe se suma a otros recientes operativos ejecutados en la provincia de El Oro, donde se ha identificado un crecimiento del microtráfico urbano. En este caso, lo que más alarmó a las autoridades fue la cercanía con instituciones educativas y zonas de alta concurrencia peatonal. “El riesgo era enorme, estábamos ante una bomba que podía estallar en cualquier momento”, recalcó Fajardo. (I)