“Mamita, levántese. No sea así”, repetía una y otra vez la hija de Betsy Vanessa Ramón Jarro, de 32 años, al verla tirada entre la maleza, luego de haber sido atacada a tiros.
Tenía el rostro desfigurado por los disparos, pero la adolescente mantenía la esperanza al ver que aún respiraba; sin embargo, entre los brazos de ella exhaló por última vez.
Al llegar las unidades de emergencia, solo verificaron lo que ya presumían: la mujer perdió la vida.
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En las indagaciones iniciales —según un extracto policial—, días antes fue alertada por su hijo, ya que en la escuela le habían dicho que la iban a matar. Él se lo contó preocupado, pero ella no le habría dado mayor importancia.
Este miércoles, 18 de junio, a las 17:00 salió con su conviviente a comprar comida. Media hora después, el cuerpo de la mujer quedó tendido sin vida entre la maleza, en un callejón polvoriento del barrio El Nazareno, de Santa Rosa.
Fue asesinada a tiros, junto con Héctor Vicente Macas Castro, de 42 años. Luis Alfredo B., su actual pareja, resultó herido.
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Testigos relataron que tres sujetos descendieron de un carro azul y comenzaron a disparar. Betsy intentó correr, pero las balas la alcanzaron en la cabeza, el muslo y el rostro.
Héctor recibió disparos en el tórax y el brazo izquierdo. Luis, herido en la pierna, sobrevivió. Según testigos, todo duró unos segundos.
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Uno de los hijos de la mujer contó a la Policía que, tras los disparos, corrió a la calle y encontró a su madre. El carro azul se fugó. Era el mismo que minutos antes sus vecinos vieron merodear por la zona.
La Policía luego halló abandonado ese automotor en la zona conocida como El Basurero, en Las Orquídeas. Dentro había una vaina de 9 mm. Las placas de Azuay correspondían a un vehículo reportado como robado en Machala, el 24 de marzo pasado.
Betsy, según información policial, tenía antecedentes por tráfico de drogas. Y su pareja también.
Por versiones de allegados, los agentes conocieron que ella fue amenazada por la banda Los Lobos, tras haber mantenido una relación sentimental con José Chicay, alias Chalen, quien fue asesinado en julio de 2022.
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El crimen, según los investigadores, respondería a una disputa por territorio para el expendio de droga.
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Los peritos recogieron seis indicios balísticos.
Se indicó que Héctor Vicente Macas Castro fue trasladado aún con signos vitales al hospital Santa Teresita, pero murió en la sala de emergencia. Él también tenía antecedentes penales por robo y expendio.
Luis, en cambio, vivió para contarlo. Aún en shock, declaró que el ataque fue directo. La Policía cree que el crimen fue un ataque planificado. (I)