Este domingo, 10 de agosto, hay dolor y consternación en Santa Lucía, cantón de Daule, en la provincia del Guayas. En el sitio donde suele haber euforia y alegría, este día el panorama es distinto.
En los exteriores de una discoteca, ubicada en el barrio Santa Rosa, se registró un hecho violento que dejó como saldo ocho personas fallecidas: siete murieron en el lugar y una más en una casa de salud.
Esa noche y madrugada no estuvo operativo esa parte del negocio, sino únicamente el bar que está junto al establecimiento de diversión.
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“Tenía cuatro hijos y hoy falleció uno”, dijo la madre del dueño de la discoteca que sufrió un ataque armado en Santa Lucía.
De acuerdo con información de la Policía Nacional, la víctima es Jorge Luis Urquizo Ferruzola, de 40 años y hermano del alcalde de Santa Lucía.
El establecimiento que fue tiroteado normalmente funcionaba en un horario de 19:00 a 02:00, dependiendo de la afluencia de los usuarios. Esa noche, como explicó la mujer, “no se veía problema, todo estaba tranquilo”.
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“Mi hijo estaba afuera cobrando la entrada, porque mi nuera es la que por lo general estaba ahí, pero como está dada a luz, él se puso a cobrar”, contó ella a este Diario.
Sin embargo, en la madrugada de este domingo, 10 de agosto, esa calma fue alterada por una ráfaga continua de disparos que estremeció a todos.
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Isabel no sabe el tiempo que duraron las detonaciones, pero tiene intacto en la memoria el sonido que los alteró a todos en casa. Ella estaba cerca de donde se dio el hecho violento.
Por esa razón, Isabel manifestó que le atacaron los nervios y su reacción inmediata fue tirarse al suelo. Se percató de que no era seguro seguir en pie, porque su vivienda tiene ventanales grandes, todos de vidrio.
“Nosotros nos tiramos al piso con los bebés; estaba con mis nietos. Estaban dos nietos arriba y cuatro acá abajo, en el departamento de mi hijo, con mi nuera”, relató esta madre de familia.
Ella detalló que tuvo que esperar al menos 10 minutos para poder bajar. Una vez ahí se dio cuenta de que el cuerpo de su hijo y los usuarios del establecimiento estaban sobre la vereda.
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Incluso las marcas de sangre aún estaban presentes en el lugar, asemejándose a las manchas de aceite que dejan el asfalto más oscuro de lo usual.
El velatorio de Jorge Urquizo Ferruzola se lleva a cabo en las inmediaciones donde ocurrió el hecho violento. Familiares y allegados acudieron al lugar para despedirlo.
Actualmente, la Policía Nacional y la Dinased se mantienen investigando el móvil que produjo este hecho.
Esta no es la primera vez que en este sector de Santa Rosa sucede algo así. El último caso se dio hace tres meses en la misma esquina, aunque los vecinos dijeron que el barrio es “tranquilo”.
De acuerdo con la Policía, seis hombres bajaron de camionetas y se presume que todos estaban armados con fusiles por la cantidad de casquillos encontrados en la zona del crimen.
Alrededor de 80 de estos se levantaron en la escena de la masacre. (I)