En la calle Argentina y la 20, vecinos y trabajadores de comercios tratan de continuar con sus actividades cotidianas y laborales, aunque les resulta complicado al tener aún latente el sonido del estallido de un explosivo.

La madrugada del martes 4, una detonación se produjo en los exteriores de un restaurante cuando ya estaba cerrado. Los vecinos se despertaron y observaron una humareda por la explosión.

Según ellos, varios locales habrían sido amenazados, sin embargo hay temor de generar denuncias.

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Ahí, según comerciantes y vecinos, un grupo de antisociales, incluyendo menores de edad, estaría buscando amedrentar para exigir cantidades de dinero.

En días previos, según vecinos, antisociales habían dejado panfletos amenazantes para pedir una alta suma de dinero.

Policías realizan revisiones en calle Argentina. Foto: Ronald Cedeño

Minutos después de la explosión, justamente, la Policía logró retener a un menor de edad que estaría involucrado.

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Tras el hecho, la mañana del martes 4, un vecino, Ramiro, pasaba a una tienda de la zona y compara esta calle como si se tratara de una pequeña Montañita por los espacios diversos de comida y concurrencia de personas cada noche.

Aquella zona del suburbio alberga una amplia oferta de locales de comida, entre moros, costillas, helados, hamburguesas y desayunos. Decenas de comensales acuden a las distintas opciones gastronómicas, que han ido en aumento.

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Lamentó que los antisociales buscan ahora pedir dinero a estos locales que poco a poco han ido instalándose en los recientes años. “Les dejan panfletos y amenazan si no les pagan. Están pidiendo $ 500 por local”, dijo el vecino.

Saúl, vecino de la zona, también reveló que debido a ciertos mensajes extorsivos hace unos meses ya había cerrado un local en una calle vecina, pero al notar el crecimiento de esta zona pensaba en reabrir en la vía Argentina. Ahora lo duda.

“Aquí es inversión, no es de la noche a la mañana que uno gana”, detalló el vecino, al lamentar que lo poco que se gana en los negocios busquen quitárselo a la gente emprendedora.

Él pidió que se intensifique la presencia policial de civil.

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Otro comerciante, que evitó identificarse, refirió que en su caso no ha recibido pedidos extorsivos, pero teme que lleguen a contactarlo para esa clase de solicitudes e incluso se repliquen casos de secuestros, como se ha observado en zonas del norte.

“Para nosotros fue sorprendente porque no hemos pasado esto. Temo que ahora nadie (de clientes) va a querer venir, también nos afecta esto de las bombas; esperemos que no sigamos viviendo con el temor de que mañana pueda pasar algo”, refirió.

En su caso, este emprendedor comentó que cerrará más temprano su local durante los siguientes días, a fin de evaluar la situación, Antes atendía hasta las 22:30, 01:00 dependiendo del día de la semana, y ahora acortará la jornada de dos a tres horas.

Además de las rondas, entre los consultados expusieron que es necesario que la Policía acuda de manera más seguida y en horarios clave, como en las noches cuando hay más concurrencia y al final de la jornada.

Los robos también afectan a comensales e incluso a motos que pasan por la zona de la calle Argentina. En días recientes, motorizados persiguieron a otra persona que andaba en moto y le cerraron el paso para llevarse su vehículo.

En el suburbio, la Policía ha identificado la operación de varias bandas Águilas, Freddy Krueger y Los Duendes, que se disputan el territorio para cometer delitos. En algunos casos los extorsionadores se atribuyen nombres de bandas.

En el distrito Portete, que incluye esta zona, se registran 481 casos de extorsión este 2025, dicha cifra es menor a las 996 denuncias del mismo lapso de 2024, según datos estadísticos de Segura EP . (I) (I)