La violencia que enluta a Ecuador cobró una nueva vida inocente: Greyberliz Flores. Tenía apenas 11 años y estaba por culminar el séptimo año en una escuela del suburbio de Guayaquil.
Este domingo, 24 de agosto, la menor fue asesinada a tiros mientras se trasladaba con su madre, padrastro y una prima en un taxi por la 20 y la N, en el suburbio.
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La familia había decidido salir a comer “bandejitas”, pero nunca se imaginó que iban a ser víctimas de una balacera, que se desató justamente en el momento que ellos circulaban por esa zona.
Producto de las balas, Greyberliz murió por un impacto en el corazón, mientras que su madre fue herida en un brazo.
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Ambas fueron trasladadas inmediatamente al hospital Guayaquil, en donde se confirmó el fallecimiento de la niña.
La madre de familia está herida y según sus allegados, no ha podido ser operada aún, debido a la falta de insumos médicos en dicha casa de salud.
El padrastro, quien manejaba el taxi, y una niña de un año que también iba a bordo del vehículo resultaron ilesos del ataque armado.
“Greyberliz murió en el taxi aunque la llevaron al hospital. Yo le digo: la niña está muerta, porque estaba pálida. Ya es demasiada muerte con los niños y aquí las balaceras son todos los días”, indicó Dolores Vera, familiar de las víctimas del ataque.
Ella relató el momento de la tragedia. Junto con otros familiares estaba sentada en la vivienda donde vivía Greyberliz.
En los rostros se podía percibir una profunda tristeza, pero los familiares no eran los únicos apenados.
A este dolor se unen decenas de vecinos y amigas de la menor que siempre la van a recordar como una niña alegre y gentil.
Le decían “la chamita”, pues la niña nació en Venezuela, así como su madre.
Ambas vinieron a Ecuador en busca de estabilidad económica y seguridad.
Las amigas de la menor ahora fallecida estaban llorando.
Recordaban que en pocos días iban a tener una quinceañera. Juntas habían ensayado una serie de bailes, ya que todas iban a ser damas.
La otra niña de un año que también iba en el taxi, según sus familiares, había quedado traumada por escuchar tantos disparos.
“Ella estaba traumada porque le temblaba el cuerpo. No pudo dormir toda la noche”, comentó Dolores, allegada de la niña asesinada.
Sus vecinos estaban afuera de sus viviendas, consternados por lo ocurrido y esperando que el cuerpo de Greyberliz sea traído a su casa para asistir al velatorio.
“Ella era un niña que participaba en todo, en las rifas, en los bingos, jugaba con las amiguitas. Esa familia es de bien”, expresó un vecino, que aseguró haber visto crecer a Greyberliz desde que se vino a vivir a Ecuador.
Esta mañana del lunes, 25 de agosto, la madre de la niña fallecida estaba en la morgue intentando retirar el cuerpo para proceder a la velación.
Familiares y conocidos descartaron que la balacera haya sido un ataque dirigido a ellos.
Aseguraron que se trataba de un conflicto externo que desafortunadamente cobró la vida de una niña de 11 años.
Para el velatorio, los abuelitos de la víctima están pidiendo resguardo policial. Ellos dijeron que no quieren arriesgarse a ser nuevamente víctimas de la violencia.
Además, señalaron que se ha vuelto común que se registren balaceras durante los velatorios realizados en ese sector del suburbio.
Sobre este caso la Policía Nacional no se ha pronunciado. Esto pese a que varios medios de comunicación han pedido detalles del hecho para conocer si los responsables ya fueron capturados.
Testigos de la balacera indicaron haber visto a dos sujetos a bordo de una motocicleta disparando contra el taxi.
Expresaron que se escucharon alrededor de quince disparos.
Este no es el primer caso en el que un niño es asesinado producto de una balacera que no iba dirigida contra ellos.
El último caso ocurrió a pocas cuadras de la casa de Greyberliz, en el suburbio.
Ezequiel, de apenas 5 años, murió tras recibir un impacto de bala mientras jugaba frente a su vivienda. Esto ocurrió hace menos de dos meses.
El ataque, dijo la Policía, iba dirigido contra un presunto líder de la banda Freddy Krueger, pero una bala alcanzó al pequeño en el pecho. (I)