La tarde de este lunes, 1 de diciembre, se reinstaló la audiencia de juicio en el caso Las Malvinas.

En este caso se indagan las circunstancias de la desaparición de los menores Josué, Ismael, Nehemías y Steven, luego de ser aprehendidos por una patrulla militar en el sur de Guayaquil y llevados a la zona de Taura, en Naranjal. El hecho ocurrió el 8 de diciembre de 2024.

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En la diligencia de hoy continúa la presentación de versiones por parte del grupo de 17 implicados en el caso.

Estaba prevista que se iniciara a las 12:30, pero hubo un retraso de alrededor de una hora.

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En la parte inicial, Álex Q., uno de los militares cooperadores, rindió su testimonio en torno al contexto de la retención de los menores y posteriores hechos.

Al iniciar, el militar ofreció disculpas por no haber tomado acciones ante lo sucedido por miedo a represalias.

Indicó que el subteniente John Z., quien dirigía la operación, hizo que dos menores se pusieran de rodillas en el piso en el peaje de la ruta Durán-Tambo. En ese lugar hubo golpes. Luego contó que se dirigieron hacia una vía de segundo orden en la zona de Taura. Detalló que ahí se escucharon quejas de los menores mientras eran golpeados e incluso que los vio ‘desnudos’.

Aseveró que John Z. grabó un video mientras mantenía a uno de los menores en el piso. Luego de unos días del hecho, expuso que en el cuartel de Taura tuvo un encuentro con un coronel y el teniente coronel Juan I., también procesado en el caso, para relatar los hechos.

Después siguieron las versiones de Sergio V., otro procesado, y del mayor David Altamirano, encargado del material bélico en la base de Taura.

Sergio V. expuso los hechos acontecidos durante el operativo de retención de los menores en la av. 25 de Julio. Su acción fue bajarse de la unidad, sin aprehender a nadie, dijo.

Negó que haya observado o escuchado agresiones e insultos hacia los menores, a diferencia de compañeros que sí lo manifestaron.

Altamirano dijo que a los oficiales se les daban armas y que las municiones habían sido devueltas de manera íntegra a los militares.

Otro militar, John T., rechazó la versión de los militares que han aceptado colaborar con la Fiscalía como colaboradores eficaces.

Líster Henry L., otro militar procesado, expuso detalles de la operación. Dijo que se los liberó con vida, negó que se haya privado de la libertad a alguien, y que no se ha negado el paradero de los menores.

El 10 y 11 de diciembre, en dos ocasiones, dijo que proporcionó información al área de inteligencia al mando del subteniente Juan I. sin la presencia de ningún abogado. Allí dio detalles del paradero donde quedaron los aprehendidos.

De igual manera, dijo que en su formación no le instruyeron sobre delitos flagrantes, derechos humanos y menores en conflictos con la ley.

A continuación siguió la comparecencia de Bryan N. L., otro procesado, quien volvió a contar detalles de la operación y defendió su inocencia en este caso.

Él expuso que los aprehendidos quedaron con vida cerca de Taura, se comunicaron con sus padres, fueron vistos por moradores de Taura, y como miembros militares comunicaron de manera verbal y escrita a sus superiores sobre lo ocurrido, los días 10 y 11 de diciembre, y además ante llamados de Fiscalía.

A las 16:55, David C., otro procesado, se presentó a rendir su testimonio. Ratificó que recibió órdenes superiores.

“Mis más sentidas condolencias”, dijo a los familiares de los menores al iniciar su testimonio.

Indicó desconocer que los aprehendidos eran menores de edad y que requirió detalles de ellos, pero estos se negaron a darle.

En un camino de segundo orden, donde había un árbol que bloqueaba la vía, dijo que el de mayor contextura pidió que los dejaran libres. El encargado del operativo, John Z., accedió y se fueron hacia el pueblo.

Ratificó que hubo informes remitidos por parte de la patrulla para informar al comandante del grupo de operaciones militares.

Manuel Cajo, abogado defensor de David C., no pudo contar de manera inicial con el testigo, el capitán Edwin Márquez, quien hizo el informe de actividades realizadas durante la instrucción fiscal. Esta versión, dijo, serviría para su patrocinado.

Quedó pendiente su presentación, una vez que se emita una solicitud formal para su comparecencia. El juez dijo que no se ha hecho ese pedido, sin embargo, solicitó que se le notifique.

Luego, la defensa de Carlos E. pidió la presentación de Mariuxi Ferruzola, perita que hizo el informe de informática forense para la extracción de información de un dispositivo tipo CPU. Hizo la lectura de informes y recibió preguntas de abogados.

Audiencia se instaló esta tarde de manera telemática. Foto Captura de Zoom.

Después, Carlos Javier E. M., otro procesado que colabora con la Fiscalía, se presentó con su testimonio pasadas las 18:10. Dio detalles del operativo, al igual que los otros militares.

En la parte inicial, este militar pidió perdón por haber “ocultado información y no haber hablado desde un principio” pese a que -dijo- intentó parar un patrullero y grabó un video.

En la av. 25 de Julio, en medio del seguimiento de los menores, dijo que hubo dos disparos de parte de dos militares. Cerca de la escena pudo ver un patrullero, pero no pudo ser observado, contó.

En el traslado de los menores, este militar dijo que hubo una serie de insultos y agresiones hacia ellos.

Agradece que no te metí un tiro”, le dijo un compañero a uno de los aprehendidos. Días después, contó, se dio la entrega de prendas y hubo reuniones para interrogarlos sobre lo ocurrido.

Además, él dijo que John Z., otro compañero participante del operativo, había sido interrogado previamente por el mando militar.

“Nos dijo que no digamos nada, porque él tampoco había dicho nada. Nos pusimos de acuerdo en una versión (para decir) que no pasó nada, que todo fue normal”, dijo él, sobre lo dialogado con John Z. quien también participó en el operativo.

Después, narró que el militar Juan F. I. le hizo una serie de preguntas y les pidieron un informe escrito sobre lo ocurrido.

Con su anterior defensa legal dijo que se había armado una historia para decir lo que cada uno debía decir. Además, el militar John Z. les dijo que borraran todo lo registrado el 8 de diciembre.

No participamos en la muerte de los menores, ellos quedaron con vida”, dijo él, al reconocer una omisión de su parte.

Con su anterior defensa, en la primera reconstrucción de los hechos, Carlos E. reconoció que hubo datos falsos, y en la segunda reconstrucción aportó con datos verídicos.

A las 19:10, el juez suspendió la audiencia y se prevé que se reinstale la diligencia a las 08:30 de este martes, 2 de diciembre. Se espera la comparecencia de cuatro personas más. (I)