Dos agentes de seguridad y vigilancia penitenciaria han sido asesinados en Esmeraldas en hechos ocurridos con cinco días de diferencia.

Ambos casos se dieron cuando los servidores se dirigían a sus hogares después de cumplir su jornada laboral en el Centro de Rehabilitación Social Femenino (CRS-F).

La mañana de este lunes, 24 de noviembre, alrededor de las 07:00, se dio el caso más reciente con un servidor penitenciario.

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Según el reporte preliminar de la Policía, el agente penitenciario fue atacado a balazos mientras conducía un automóvil color concho vino, a pocos metros del CRS Femenino, ubicado en el barrio Santas Vainas, en la zona oeste de la capital esmeraldeña.

La víctima fue identificada como Ángel Maldonado Bravo, de 40 años.

El atentado se registró en las calles Río Quinindé, entre Río Tabiazo y Río Teaone.

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Moradores del sector indicaron que escucharon varios disparos, aunque no pudieron precisar más detalles.

Integrantes de Criminalística, Dinased y Medicina Legal acudieron al sitio para realizar las primeras investigaciones y el levantamiento del cuerpo.

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Un funcionario penitenciario manifestó a los uniformados que antes del ataque la víctima había salido de su turno.

Moradores del sector refirieron que una motocicleta de color negro, con dos ocupantes a bordo, se aproximó al vehículo, efectuó varios disparos y se retiró con rumbo desconocido.

En el sitio, paramédicos solo confirmaron el deceso de la víctima.

Este hecho se suma al asesinato ocurrido la tarde del miércoles 19 de noviembre, cuando Katya A. V. M., de 25 años, también agente de seguridad penitenciaria, fue acribillada mientras se movilizaba en una motocicleta por la vía alterna Carlos Concha Torres.

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La joven, quien vestía el uniforme institucional, había finalizado su turno en el CRS Femenino cerca de las 17:45 de ese día y se dirigía a su domicilio, situado en el barrio 24 de Mayo.

Su cuerpo fue encontrado tendido sobre la calzada, a pocos metros de la motocicleta que conducía.

Las autoridades policiales investigan ambos crímenes, que elevan la inquietud por la seguridad del personal penitenciario en la provincia. (I)