La prefecta del Guayas, Marcela Aguiñaga, se pronunció tras la explosión de un vehículo en la avenida Joaquín Orrantia, en el norte de la ciudad. Aseguró que, de confirmarse que se trató de un atentado, los responsables deberán enfrentar la máxima sanción posible y realizó un llamado a la acción inmediata.

Aguiñaga indicó que “Guayaquil arde, ¿y no pasa nada? Estamos hartos de las condolencias. Queremos acciones. Lo que vivimos es una tragedia nacional que nos desangra hace tiempo”.

“¿Quieren luchar contra la inseguridad? Aquí estamos. Listos. En equipo, por la gente, por la familia. Porque si no lo hacemos ahora, no quedará nada de esta tricolor convertida en una fosa común”, agregó la prefecta guayasense.

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La detonación se produjo alrededor de las 18:30 en una de las zonas más transitadas de la ciudad. Según videos difundidos en redes sociales, la camioneta explotó segundos después de que comenzó a incendiarse.

El coronel Martín Cucalón, jefe del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil, indicó que la persona fallecida era un taxista y que los dos heridos fueron trasladados a un hospital cercano. La Policía Nacional evacuó los edificios aledaños, incluidos hoteles, oficinas y comercios.

En tanto que el ministro del Interior, John Reimberg, informó que la Policía mantiene un operativo permanente en la zona. Señaló que se identificaron dos vehículos: uno detonó y el otro contenía una carga explosiva que fue neutralizada por equipos especializados.

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Este es el segundo coche bomba que detona en Guayaquil en menos de un mes. El 26 de septiembre, otro vehículo explotó frente a la Cárcel Regional sin dejar víctimas. Días después, el 9 de octubre, la Policía desactivó un artefacto explosivo adherido a una bombona de gas en las inmediaciones de la Penitenciaría del Litoral. (I)