Con pancartas en las que se leía “Pedimos justicia”, Alexandra Valdez llegó a la Fiscalía de La Merced, en el centro de Guayaquil, para exigir justicia por la muerte de su sobrino, el marino Donnovan Javier Salinas Valdez.

Allí se reunió con otros allegados de Donnovan. La familia buscaba que se esclarezcan las circunstancias de su fallecimiento, ocurrido el pasado 21 de agosto durante una práctica acuática del curso de Comando Anfibio de la Infantería de la Marina.

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En la concentración también estuvieron presentes la abuela de Donnovan, tíos y tías.

El ambiente estuvo marcado por la tristeza y la incertidumbre, pues los familiares expresaron que aún no tienen claridad sobre lo que sucedió en la jornada de entrenamiento.

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“Queremos saber la verdad, no entendemos por qué hay versiones distintas entre los instructores de la institución y la autopsia”, manifestó la tía de Donnovan, la mañana de este martes, 16 de septiembre.

La Armada del Ecuador informó el pasado 22 de agosto, a través de un comunicado oficial, que el deceso se produjo por un supuesto infarto mientras se desarrollaban las prácticas de instrucción.

Sin embargo, según los familiares, la autopsia oficial determinó que la verdadera causa fue ahogamiento y que además el cuerpo presentaba un trauma craneoencefálico, lo que contradice la primera versión difundida por la institución militar.

Los allegados recalcaron que su pedido no es solo de justicia, sino que también de transparencia, ya que consideran necesario que se investiguen con detalle las circunstancias del entrenamiento y las condiciones en las que se encontraba el marino en el momento de su fallecimiento.

La tía de Donnovan contó que su sobrino estaba en perfecto estado de salud, pues aseguró que días antes de lo ocurrido se había realizado varias pruebas físicas.

De acuerdo con testimonios de compañeros, el día del fallecimiento, los marinos ingresaron a la piscina inmediatamente después de ingerir alimentos, sin reposo previo.

Durante la práctica fueron obligados a ejecutar ejercicios de flotación de entre 10 y 15 minutos utilizando cinturón de pesas, uniforme completo y escarpines, lo que dificultaba mantenerse a flote y generaba fatiga extrema.

En ese contexto, el marino Salinas se desvaneció en el agua y al ser sacado de la piscina ya fue visto inconsciente.

La mañana de este martes, 16 de septiembre, la madre del marino fallecido estaba rindiendo su versión, mientras los familiares pedían justicia y transparencia en el proceso, que —según ellos— “se ha extendido demasiado”.

La denuncia que realizaron los familiares fue por un posible homicidio culposo, negligencia y omisión de auxilio. (I)