Kléberson Fidel Valencia Benítez, de 22 años, y María Celeste Ibarra Mosquera, de 44, perdieron la vida la noche del sábado, 5 de julio, en un violento ataque a tiros ocurrido en el barrio Pacífico, sector Puerto Bolívar, en Machala.
Él fue alcanzado por un disparo al pecho mientras estaba en la calle. Ella fue una víctima colateral; resultó herida en el cuello mientras descansaba en su cama. El ataque dejó heridos también a dos jóvenes.
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Todo ocurrió cerca de las 22:45, cuando varias motocicletas llegaron hasta la calle 11 sur y 13.ª norte. Desde los vehículos, los sujetos dispararon contra un grupo de muchachos que se encontraban afuera de una vivienda usando sus teléfonos.
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Uno de los proyectiles atravesó la pared del domicilio y alcanzó a María Celeste, quien falleció horas después en una clínica.
Según testigos, la zona ha sido escenario de disputas entre grupos delictivos organizados que buscan el control territorial.
El ataque, al parecer, iba dirigido a alguien del grupo de jóvenes, pero terminó cobrando la vida de una mujer inocente, que ni siquiera estaba en la calle, según dijo uno de los vecinos.
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Criminalística levantó nueve vainas de calibre 2,23 y cuatro de calibre 9 mm. Las autoridades presumen que pudo tratarse de un ajuste de cuentas.
Marco P., de 18 años, y Galo R., de 20, fueron los heridos que sobrevivieron al ataque. Sus familiares indicaron que los agresores simplemente llegaron y dispararon.
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El esposo de María Celeste relató que, al escuchar las detonaciones, corrió a su habitación y la encontró herida. Intentaron salvarla llevándola a la clínica, pero los esfuerzos médicos fueron en vano.
“Ella estaba acostada. Nunca pensó que una bala la iba a encontrar en su propia cama”, dijo una familiar de la mujer.
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Un testigo indicó que Kléberson entró herido a la casa, con una herida de bala en el pecho, y se desplomó. Luego ya no respondió.
Moradores del sector denunciaron que el barrio vive con miedo y que no es la primera vez que se registran tiroteos.
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Muchos aseguran haber visto las motos salir a toda velocidad hacia las canchas del barrio Gonzalo Rubio, pero nadie se atreve a hablar por temor a represalias. (I)