En La Playita del Guasmo se espera más presencia policial; a horas del anuncio del plan de seguridad para Guayaquil por el sector hubo un baleado

Un taxista fue baleado en el Guasmo sur 16 horas después de que el presidente Guillermo Lasso llegara a la zona para intervenirla como parte de las acciones que ejecutará su gobierno para contrarrestar los índices delictivos en Guayaquil y en el resto del país.

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El hecho se dio al mediodía de este sábado, 9 de abril, en la cooperativa Mariuxi Febres Cordero, a pocas cuadras de la Playita del Guasmo, lugar desde donde el viernes 8 el mandatario dio detalles del plan de seguridad para el Puerto Principal.

Guayaquil, Durán y Samborondón conforman la Zona 8, jurisdicción que hasta la mañana del viernes registró 352 muertes violentas, índice que la ubica como uno de los sectores con más crímenes en el país.

Un hombre desconocido se acercó a José G., quien salía de su casa e iba a subirse a su taxi, y le disparó seis veces.

José Luis G. fue llevado hasta el hospital del Guasmo sur, ubicado a dos cuadras de su casa. Hasta la tarde de ayer se desconocía su estado de salud.

Pese a que el presidente Lasso aseguró que agentes del Grupo de Intervención y Rescate (GIR), del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) y otras unidades especiales estarían permanentemente patrullando en el Guasmo sur hasta retomar el control de la zona, un recorrido por ese sector evidenció la poca presencia de uniformados al menos la mañana del sábado 9 de abril.

Durante el evento gubernamental realizado la tarde del viernes en la Playita del Guasmo hubo en el sector más de 200 policías, militares y hasta agentes de Inteligencia, pues a ese punto del sur de Guayaquil llegaron varios funcionarios para dar a conocer las acciones de seguridad que se adoptarán.

Sin embargo, menos de catorce horas después del evento, a las 10:00 de este sábado, la presencia de los agentes se redujo. En el sitio había dos patrulleros y dos policías a caballo.

Dos uniformados de la Policía Montada estaban dentro del balneario. En la cancha donde fueron baleadas varias personas el 21 de enero había un patrullero, y otra camioneta policial estaba al final de la avenida Abdón Calderón, a unas cuadras de la Playita.

Además de eso, dos lanchas de la Marina navegaban por la zona del estero cercano al Guasmo y a la isla Trinitaria.

Sin embargo, en el resto del populoso sector no había resguardo policial. Así lo evidenció un recorrido realizado por un equipo de EL UNIVERSO por las cooperativas del Guasmo sur.

Los moradores consideran que el anuncio de Lasso no parará la violencia que se vive en su vecindario y señalaron que lo que pasó en la Playita ocurre cada semana en otras cooperativas, así que esperan que realmente lleguen más uniformados y se incorporen en la zona.

“Mire, en los dos carros hay ocho policías, pero ninguno está en la esquina revisando a los que pasan, no piden papeles ni nada. Están en los carros con el aire acondicionado chateando”, comentó Silvia P., antes del ataque violento al taxista.

Ella vive a cuatro cuadras de La Playita y salía para tomar una tricimoto para dirigirse hacia la cooperativa Cristal.

Gobierno prevé implementar 30.000 nuevos policías en los próximos tres años, como una de las acciones para frenar la delincuencia

Iba a visitar a su hermana, que fue operada esta semana, y comentó que en el barrio de su familiar han ocurrido incluso más muertes que en La Playita y que hasta allá no habían llegado los policías tras el anuncio del presidente.

Lasso anunció el viernes que se fortalecerá la Policía con más uniformados, mejor equipamiento y más tecnología en los próximos tres años de su gobierno, con una inversión de 1.200 millones de dólares.

Señaló que se incorporarán al menos 30.000 nuevos uniformados policiales. Estos se sumarán —dijo— a los 50.000 que ya hay en el territorio nacional.

Además, destacó la importancia de recuperar los espacios públicos y de la cooperación de la comunidad. En lo que va del 2022, en Guayaquil, según la Policía, hay 69 espacios públicos recuperados y se han desarrollado 687 asambleas comunitarias.

Víctor Hugo Zárate, comandante de Policía de la Zona 8, dijo semanas atrás en una entrevista a EL UNIVERSO que la única forma de parar la violencia que se vive en Guayaquil es controlando el ingreso de droga por la frontera norte. Que mientras no se controle la causa del problema iban a seguir dándose muertes violentas en Guayaquil.

Lo mismo opinó Gustavo Zúñiga, presidente de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG). El funcionario mencionó, días atrás, que Guayaquil no es un productor de droga; a Guayaquil la contaminan.

“La droga viene de otros lados por tierra, de la frontera norte y de la frontera sur. Tiene que atravesar casi todo el territorio nacional para llegar a Guayaquil; el resto del país acumula la droga en Guayaquil. Esta ciudad no merece ser cataloga como violenta; es víctima de narcotráfico. Me pregunto por qué Carchi, Esmeraldas, Imbabura, Pichincha, Sucumbíos o Loja dejan que pasen los camiones de droga por su territorio hacia Guayaquil y no son catalogadas como zonas de narcotráfico”, refirió Zúñiga, quien espera que el presidente refuerce los controlen en la frontera, donde se conoce que hay más de 100 pasos irregulares.

Sostuvo que, si se controlara el ingreso de drogas, inmediatamente bajarían las cifras de muertes en la Zona 8, pues se conoce que casi el 90 % de estas están causadas por el narcotráfico.

El coronel en servicio pasivo Rodrigo Braganza, actual jefe de Seguridad de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), está de acuerdo con ellos y además considera que comprando camionetas y motos no se va a solucionar la situación de Guayaquil.

“Se debe primero plantear los problemas ver las causas y efectos que han ocasionado el incremento de los delitos, de las muertes violentas. No basta solo con comprar camionetas y motos”, reflexionó.

Cree que hay que analizar las causas, entre las que estarían el consumo de alcohol y drogas, la presencia de chamberos en las calles, la crisis carcelaria, la falta de tecnología (pocas cámaras) y el poco apoyo de la Justicia a la labor policial.

Braganza mencionó que se deberían crear centros de acogida para consumidores y recicladores. Pero destacó la implementación tecnológica que se necesita en la ciudad.

Zárate mencionó entonces que en la Zona 8 se había detenido a 2.030 personas por delitos; se habían decomisado 570 armas, 72 bandas fueron desarticuladas y 27 toneladas de droga fueron decomisadas. (I)