IBARRA
El asesinato de una mujer, de 24 años, en Ibarra conmociona al norte del país por el nivel de violencia empleado por el responsable del crimen.
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Su cuerpo fue cercenado y las extremidades arrojadas en basureros de la ciudad imbabureña.
Según la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased), el principal implicado se habría declarado culpable.
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Robinson M. O., ecuatoriano de 28 años, fue aprehendido a las 48 horas de perpetrado el crimen.
Yuri Narváez, comandante de la Subzona de Policía en Imbabura, manifestó que el detenido habría contratado a L. A. J. Q., originaria de Urcuquí, pero radicada en la capital de Imbabura, para que brinde servicios sexuales al aprehendido.
El sujeto, de acuerdo con las declaraciones, habría procedido a asesinarla y desmembrarla en una pieza que arrendaba en el barrio El Vergel.
La mujer fue reportada como desaparecida el pasado viernes, 30 de mayo.
Vecinos aseguraron que al mediodía ella fue vista con su conviviente subida en una motocicleta, pero desconocen hacia donde se dirigió.
Las investigaciones determinan que ella tenía previsto encontrarse con un cliente en el barrio El Vergel. Su pareja la habría dejado en ese lugar en el pequeño automotor.
Los investigadores indicaron que las partes del cuerpo desmembrado fueron arrojadas en diferentes basureros de Ibarra, y que el presunto autor fue observado portando una maleta de color rojo, con una de sus manos lesionada.
Cuando él intentaba abandonar el inmueble donde vivía, la dueña de la casa le consultó por las heridas que presentaba y él habría respondido que fue mordido por un perro.
El fiscal del caso confirmó que habitaba en una pieza que rentaba en El Vergel. Allí una familiar de la propietaria habría visto al sujeto pretendiendo salir con una mochila y una maleta.
Hallazgo macabro
El pasado sábado, 1 de junio, obreros municipales encontraron una pierna humana en medio de la basura en la Estación de Transferencia de Desechos de Socapamba, a pocos kilómetros de la ciudad.
Agentes de la Dinased se comunicaron inmediatamente con la pareja sentimental de la víctima y con la madre de la fallecida, reconociendo la extremidad inferior de la chica por una asimetría en los dedos del pie, lo que coincidía con la parte del cuerpo encontrado.
Los investigadores realizaron una revisión a las llamadas y los movimientos de dinero efectuados por el aprehendido, identificando una transferencia de $ 5, que habría sido remitida para el pago del transporte de la mujer hacia donde vivía el sospechoso, cuyo nombre coincide con el investigado, siendo una de las pruebas efectivas que permitieron aclarar más este suceso.
Esto movilizó a policías hasta la vivienda donde ocurrió el crimen. Encontraron allí un cuchillo, múltiples máculas de sangre en la lavandería, habitación y en el vestuario de la ropa del presunto autor.
Horas después, el fiscal indicó que, voluntariamente, el detenido confesó el crimen.
Informó, además, que la otra pierna fue abandonada cerca de la Piedra Chapetona, en el río Tahuando, y que las demás partes del cuerpo fueron arrojadas en diferentes puntos de basura. El torso con un brazo adherido fue encontrado en un contenedor de basura cerca de la vivienda.
Frente a las declaraciones del implicado, el fiscal solicitó prisión preventiva contra él. La jueza aceptó el pedido y ordenó la prisión. (I)