Kerly, de 29 años murió tras ser alcanzada por una bala perdida en medio de una persecución policial suscitada en las calles Tungurahua y Quisquís, en el centro de Guayaquil.
La mujer llevaba en sus brazos a su bebé de cinco meses cuando recibió un impacto de proyectil en la cabeza.
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Atrás de ella iba su madre, su cuñada y su otra hija de cuatro años.
La mañana de este jueves, 4 de diciembre, el padre de la joven fallecida, Kléber, llevaba más de dos horas afuera del Laboratorio de Criminalística esperando que le entreguen el cuerpo de su hija para llevar a cabo el funeral.
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Junto a Kléber estaban sus sobrinas y otros allegados de la víctima.
Con evidente tristeza los ciudadanos aguardaban bajo un intenso sol una respuesta del personal de la institución.
Juntos pidieron justicia a las autoridades, para que el caso de Kerly no quede impune.
Se refirieron al accionar de la Policía, en medio de la persecución que desató la balacera. Los familiares consideran que se debe indagar la procedencia de los disparos, si es que salieron de los antisociales o de los gendarmes involucrados en el seguimiento de los antisociales.
“Es a mi hija a quien han matado y parece que aquí no hay justicia para el pobre”, sostuvo el padre de la joven fallecida.
En tomas de una cámara de seguridad quedó captado el momento cuando Kerly cae al piso producto de un disparo recibido en la cabeza y luego aparecen los antisociales corriendo para huir de los policías.
Los familiares de la mujer añadieron que luego del ataque intentaron poner la denuncia sobre el caso, pero no lo lograron.
“No pudimos poner la denuncia porque otro señor ya la había puesto. Es injusto porque mi hija está muerta, en cambio al otro señor que sí está vivo, si le dejaron poner la denuncia” acotó el padre de la víctima.
El hombre se encontraba desconsolado “no puedo pensar en nada” era la frase que más repetía durante el tiempo que estuvo parado afuera del Laboratorio de Criminalística.
Kerly deja a dos niñas en la orfandad. Según los familiares, la mujer era madre soltera.
“Quedan ahí las dos niñitas e igual tengo que hacerme cargo yo de ellas, como su abuelito que soy”, afirmó Kleber.
“Ella no tenía esposo entonces las hijas van a quedar desamparadas, ellos son de bajos recursos” agregó Nelly, quien se identificó como la tía de la fallecida.
Otra tía de la víctima se sumó al pedido y exigió justicia en torno a este caso.
“Lo que se pide es que se haga justicia, que no quede impune y ayuden a las bebes. Tienen que entender que hay personas que no tienen nada que ver y son inocentes como mi sobrina. Lamentablemente ella estaba allí en ese momento”, manifestó.
¿Cómo se desató la balacera?
El hecho ocurrió la tarde del miércoles, 3 de diciembre.
Un robo se registró en las calles Pichincha y 9 de octubre, centro de la urbe. Allí la víctima de robo resultó herida por impactos de bala.
Inmediatamente se armó una persecución policial que avanzó hasta las calles Tungurahua y Quisquís, donde estaba Kerly y su familia.
Ellos estaban esperando el transporte urbano para dirigirse hacia el noroeste de la ciudad, cuando se escucharon disparos y uno le cayó a Kerly.
Antes de eso, acababan de vender unas tablas de bingo como parte de una actividad de ayuda social a niños y adultos mayores.
Referente al trabajo policial, tras la persecución, los agentes capturaron a dos sujetos de nacionalidad venezolana.
Ellos fueron identificados como Keudy C., y Daniel S. Ambos fueron trasladados a las instalaciones del Cuartel Modelo, en el norte de la ciudad, donde se les realizará una audiencia de formulación de cargos.
Producto de la balacera, desatada por la persecución, se registró otro hombre herido por impacto de proyectil, quien fue trasladado a una casa de salud. (I)