En la Penitenciaría del Litoral, antes del ingreso al área de los pabellones, un oficial militar expone en un cuadro la distribución de este centro carcelario. En ese espacio se detallan logos y bandas que tendrían mayor presencia por cada una de esas áreas.
Hay miembros de Los Choneros, Águilas, Lagartos, entre otros nombres que saltan.
Esta cárcel ha convivido con reiterados enfrentamientos producto de las disputas por el poder en el interior de las cárceles y también por los barrios y los delitos en estas zonas.
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A partir de estados de excepción y declaratoria de conflicto armado interno, el denominado Bloque de Seguridad, integrado por militares y policías, ha realizado continuas intervenciones e incluso un grupo militar se mantiene de manera permanente en el sitio para mitigar las operaciones de grupos delictivos.
Dentro de las recientes acciones, militares han expuesto que se dan reforzamientos en las estructuras físicas y se aplican continuos movimientos de los grupos de reos entre un pabellón y otro, como parte de las estrategias de control.
En estos intercambios se suelen hallar armas e incluso hay quienes alertan del escondite de objetos prohibidos, ya que temen que un grupo opositor pueda encontrarlos y usarlos en su contra.
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En una investigación de Insight Crime, publicada en diciembre de 2024, se recogen versiones de especialistas y exautoridades del sistema que exponen cómo se organizarían estos grupos mafiosos por distintas alas, coordinadas por una cúpula central y lugartenientes.
En algunos grupos se expone que las acciones se concentran en un solo cabecilla, como Fito en Los Choneros o Comandante Willy de Los Tiguerones, principal cabecilla de este grupo delincuencial hasta antes de su detención en España en el 2024. Ahora esa banda está fraccionada.
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En las cárceles, según el informe de la organización, se establecerían tres primeras jerarquías de comandante de pabellón, con jefe de aula, seguido de especialistas y miembros comunes en la prisión.
En un cuadro jerárquico se detalla al cabecilla de las mafias por encima de todos, bajo su mando están los comandantes de pabellón, seguidos de jefes de aulas, y más abajo, los especialistas y miembros comunes.
En la parte baja de los cabecillas están los altos mandos que se encargarían de la operatividad de la red. Algunos cumplirían doble función, adentro son comandantes de pabellón y afuera son jefes de zona.
En los niveles bajos se ubican “miembros comunes” que se encargarían de tareas básicas, y así también hay especialistas y los denominados “líneas”, cuyo trabajo se concentraría en la distribución de drogas o contrabando.
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También entre los integrantes hay “llaveros”, que se encargarían del control de acceso a bloques de celdas; los “caleteros” o encargados de almacén, que manejarían los escondites de armas, droga y todo objeto de contrabando; asimismo están los asesinos, también conocidos como “come-muertos”, según explicó un exfuncionario del sistema carcelario citado en la investigación.
Estos últimos, regularmente, tienen una condena larga o esperan no salir pronto de la prisión y llevan años con condena, sin aspiraciones cercanas de salir en libertad.
Renato Rivera, coordinador del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, expuso que el término ‘mafia’ se suele usar como nombre para entender las organizaciones criminales italianas, con una estructura familiar y piramidal.
“Donde el mando medio, por ejemplo, responde un lazo sanguíneo. En Ecuador no siempre responde de esa manera, en Ecuador sí tienes algunos grupos”, expuso.
Acotó que muchas organizaciones delictivas surgen del contexto carcelario. “Eso lo que quiere decir es que no necesariamente tienes un líder de la mafia que está fuera y dentro de la organización, sino es una solo, lo que sí tienes son los representantes por cárcel...sí son estructuras piramidales”, expuso.
En el caso de los eslabones más débiles no necesariamente cumplen nombres determinados, sino que regularmente se especializan según sus funciones en cada cárcel.
“Unos cobran extorsiones, otros venden droga, otros al contrabando y así sucesivamente...la estructura es muy adecuada, pertinente para entender cómo funciona, quizás los nombres no los adecuados para el contexto”, remarcó.
Fuera de prisiones, estos grupos criminales también se pueden dividir entre “bandas y nodos especializados”, para operaciones logísticas de las economías criminales con actividades diversas, sobre todo de narcotráfico y tráfico de armas, de acuerdo a la investigación. (I)
