Tras la aprobación de la Asamblea Nacional de permitir la presencia de bases militares extranjeras con fines militares en territorio nacional, el trámite seguirá en otras instancias estatales, incluyendo un referendo. Analistas y exautoridades se refieren al aporte que podría significar para el país y los desafíos que hay.
Actualmente, la Constitución de la República del Ecuador no permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares, y prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.
Asamblea Nacional aprueba la presencia de bases militares extranjeras en Ecuador
El informe que aprobó el Legislativo sostiene que la reforma al artículo 5 permitiría al Ecuador establecer acuerdos bilaterales con países aliados que poseen tecnología avanzada, sistemas de inteligencia de última generación y recursos logísticos que actualmente no están disponibles para las fuerzas nacionales.
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Además, la cooperación internacional podría incluir programas de capacitación y transferencia tecnológica, que contribuyan al desarrollo de capacidades locales a largo plazo y fortalezcan la institucionalidad en áreas críticas como la seguridad y la justicia.
La presencia de bases militares extranjeras en puntos estratégicos del territorio nacional, como fronteras y puertos, actuaría como un elemento disuasivo frente a las organizaciones criminales que operan en el país.
Por lo tanto, la instalación de bases militares extranjeras permitiría un control más eficiente de las rutas de tráfico ilícito, especialmente en zonas críticas como el océano Pacífico y las fronteras con Colombia y Perú, donde se concentra gran parte del flujo de drogas y armas. Además, la vigilancia aérea y marítima de estas bases fortalecería la protección territorial, reduciendo los niveles de violencia y garantizando la estabilidad social y económica del país.
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¿Desde cuándo Ecuador podrá tener bases militares extranjeras en el país?
Este enfoque estratégico, añade, permitiría al Ecuador recuperar territorios controlados por redes delictivas y proteger a las comunidades vulnerables que han sido afectadas por el crimen organizado.
El informe aprobado señala que la presencia de bases militares extranjeras podría ser utilizada como un punto de coordinación para esfuerzos multilaterales, posicionando al Ecuador como un actor clave en la seguridad regional. Este enfoque no solo contribuiría a la estabilidad interna, sino que también mejoraría la imagen internacional del país como un socio confiable en la lucha contra las amenazas transnacionales, atrayendo inversiones y fortaleciendo su posición geopolítica en la región.
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Para Michelle Maffei, docente universitaria y especialista en prevención del crimen organizado, la cooperación es esencial para ese combate, pero hay apoyos más efectivos que una base militar.
A modo de ejemplo, señaló una con la Guardia de Finanza de Italia, que tiene una cooperación efectiva con la Unión Europea (UE). Eso, agregó, hará que sea efectivo, por ejemplo, el decomiso del patrimonio ilícito con la Ley de Extinción de Dominio, así como para ver los flujos financieros y detectar de dónde provienen todas las transferencias asociadas al lavado de activos.
55 bultos con droga fueron decomisados en Galápagos
Una base militar, a su criterio, debería instalarse en Guayas debido a que, adujo, el 80 % de la droga que sale de Ecuador vía container parte de esa provincia.
Considera que una base militar no será en contra del crimen organizado, porque para ello se requieren reformas o depuraciones del sistema judicial, una sociedad civil bien integrada en el combate a grupos de delincuencia organizada e investigar presuntas relaciones de gobiernos locales con grupos criminales, entre otros aspectos.
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Cree que una propuesta que debería haberse considerado es la presencia de un portaaviones en mar internacional entre las islas Galápagos y Ecuador territorial para labores de inteligencia, reconocimiento aéreo de si hay o no cultivos de coca.
Agregó que hay interés en el Gobierno de Estados Unidos para ubicarse, nuevamente, en un punto geográfico estratégico a fin de tener control del canal de Panamá.
Según Wagner Bravo, general (sp) y exsecretario de Seguridad, no es solo un problema interno del Ecuador por lo que se debe involucrar, de forma directa o indirecta, a los países vecinos, regionales o internacionales.
La seguridad, indicó, requiere muchos recursos que no ha tenido el país históricamente, por lo que si hay alguien que quiere venir a apoyar debe ser bienvenido, pues ayudará a mejorar el sistema de seguridad sin que aquello sea la solución definitiva.
Bravo expresó que incluso mejorará la imagen internacional.
Uniformes militares y armas se descubren en una vivienda de Manabí
Puntualizó que no porque vaya a haber una base militar habrá tropas que vendrán a combatir internamente, pues no es una alianza militar, por lo que no habrá operativos conjuntos.
Recordó que en la base de Estados Unidos que estaba en Manta había un avión que sobrevolaba Centroamérica, Colombia y Perú, y en esa ciudad de Manabí estaba su reabastecimiento, se entregaba información y permitía el descanso de las tripulaciones.
Agregó que la cooperación internacional puede aportar con inteligencia para el lavado de dinero, entrenamiento, actualización, transferencia de tecnología.
“Especialmente en el caso del narcotráfico, las armas, los explosivos, inclusive la minería ilegal ya no es solamente interno, sino que tiene causas externas y eso es importantísimo”, dijo. (I)
