Lo que debía ser una ceremonia religiosa se convirtió en un episodio de pánico la noche de este domingo 23 de noviembre, en la parroquia Puerto Bolívar, en Machala.
Más de un centenar de personas asistían a la entrega oficial de la restauración de la Iglesia Templo Faro cuando, de un momento a otro, un ataque a bala interrumpió el acto litúrgico.
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Entre los asistentes se encontraban autoridades locales, servidores públicos y familias del sector.
“Nadie entendía qué pasaba… solo se escucharon gritos y corrimos por nuestras vidas”, relató una feligresa que buscó refugio entre las bancas del templo.
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El miedo se apoderó de los presentes cuando las primeras detonaciones se escucharon desde el malecón, obligando a muchos a tirarse al piso para evitar ser alcanzados por proyectiles perdidos.
Según la información preliminar levantada por la Policía, varios sujetos arribaron por vía marítima a bordo de una embarcación y habrían abierto fuego con fusiles contra un grupo de personas que se encontraba reunido en el malecón.
En ese punto, según los reportes, varias personas ingerían bebidas alcohólicas al momento del ataque.
El coronel Luis Suárez, jefe de la Subzona El Oro de la Policía Nacional, confirmó que los disparos no estaban dirigidos al interior del templo ni a los asistentes de la ceremonia.
“El ataque fue contra las personas que estaban en el malecón”, indicó, señalando que la multitud que corrió hacia la iglesia generó la falsa percepción de que el templo había sido el objetivo.
Las detonaciones provocaron escenas de desesperación dentro de la iglesia. Familias enteras se resguardaron bajo las bancas, mientras otros buscaron salidas laterales para huir del ruido de las balas.
En redes sociales circularon videos grabados por asistentes que muestran el momento en que se interrumpe la ceremonia.
En medio del operativo, se confirmó el fallecimiento de William Alejandro Tigre Sánchez, de 40 años, quien llegó sin signos vitales al hospital Teófilo Dávila.
Otro ciudadano, identificado como Edwar N. permanece en recuperación tras presentar impactos de proyectil en extremidades, según reportes médicos.
A pocos metros del templo, en la zona del malecón, quedaron manchas de sangre, motocicletas abandonadas y restos de la huida de quienes intentaron ponerse a salvo.
La Policía acordonó el sector mientras los equipos de criminalística realizaban el levantamiento de indicios.
Tras el ataque, unidades de la Policía Nacional y de la Infantería de Marina desplegaron un operativo por mar y tierra para rastrear la ruta de escape de los responsables.
Las autoridades locales presentes en la ceremonia confirmaron que se encuentran ilesas y que colaborarán con las investigaciones para determinar el origen del ataque y la identidad de los implicados. (I)